Seguritecnia 398
42 SEGURITECNIA Junio 2013 Convergencia en Seguridad A preciado colegas de profe- sión, algunos amigos de ba- tallas, público en general: re- flexionando sobre el tema a tratar, me asalta la duda de si realmente pensar en Seguridad Global es una entelequia o, por el contrario, una inminente necesi- dad de supervivencia. ¡Sí! Y digo bien, de supervivencia, porque se trata de prote- ger nuestros tesoros más preciados, los que cada día hacen que nuestro mundo gire, que nuestro ecosistema de socie- dad funcione y esté vivo, que nos dé esos servicios tan necesarios, estratégi- cos, esenciales o críticos, en ocasiones. Todo ello, a pesar de los pesares, de los avatares de cada día, de caernos y vol- vernos a levantar; de, en definitiva, ser re- silientes a los impactos provocados por no se sabe qué, pero que en el fondo nos hace más fuertes, más inteligentes, más maduros, más eficientes, fruto de un aprendizaje, de una experiencia, de una preparación y adaptación continua. Cuando hablamos de continuidad y lo hacemos de forma global y holística (vocablo de moda), no es ni más ni me- nos que referirnos a la otra cara de la moneda, la Seguridad, pero igualmente concebida en su visión global (holística), convergente, integral e integrada (vo- cablos también en boga, usados como acepción de la misma y que, en ocasio- nes, se confunde su significado con el de una única Seguridad), al igual que solo hay una continuidad. Puestos en este estadio, si lo compa- rásemos con la vida en sí misma, solo hay una única y verdadera vida, la de cada uno como ser único, libre e inde- pendiente, en la que nuestra continui- dad no depende solo de nosotros mis- mos; depende de nuestro apetito al riesgo, de nuestras circunstancias, de nuestros genes, de nuestra prepara- ción y entrenamiento, de nuestra acti- tud ante esa vida en todas y cada una de sus facetas, situaciones y vivencias, sean del índole que sean. He aquí donde desde la propia psique de la persona, entra en juego algo de- cisivo, su resiliencia humana para supe- rar cualquier evento esperado o inespe- rado que le pueda producir un impacto y ante el que toma una actitud y unas ac- ciones para superarlo, para conseguir so- brevivir y seguir viviendo, desarrollando su vida en un cierto ámbito de normali- dad y tranquilidad, donde todo fluye con cierta dosis de paz, sin perder en ningún momento, la vigía y alerta ante cualquier nuevo avatar y además fortaleciendo sus cualidades físicas y psíquicas para es- tar mejor preparado para el siguiente. En definitiva, la vida misma. De esta misma manera y dada la evo- lución que, sobre todo, el cambio de si- glo XXI ha supuesto en cuanto a la adop- ción y evolución tecnológica y cientí- fica multisectorial, la ruptura de barreras tradicionales como la comunicación -a golpe de un solo clic-, permitiendo co- nectar todo y todos con todo y con to- dos y que, de forma exponencial, hace crecer el nivel de riesgos, reduciendo la magnitud tiempo y acrecentando sin mesura, la magnitud alcance global, pa- rece y es absolutamente necesario variar nuestro rumbo a nuevos paradigmas, enfoques y posicionamientos que antes no habríamos pensado. La primera reflexión es poner un poco de orden y concierto, para hacer sen- cillo y fácil lo que parece un galimatías de terminología alrededor del término seguridad. También asentar y aseverar que, la Seguridad Global no es ninguna entelequia, ni nada raro que nos haya- mos inventado. Más bien es una mera necesidad que ha estado siempre ahí y que, conforme los acontecimientos se sobrevienen en este mundo globali- zado, lleno de riesgos que crecen expo- nencialmente, se hace latente y necesa- rio gestionarlos en todas y cada una de sus dimensiones, podríamos decir que con una visión totalmente esférica, in- cluso mayor a la visión 360º. Y la pregunta del millón: ¿Quién ha de hacerlo: gobiernos, empresas, ciuda- danos...? Pues parece claro que el problema es de todos los agentes que intervie- nen en nuestro ecosistema social. Dado que en los últimos 30 años y muy espe- cialmente desde el cambio de siglo, la forma de comunicarnos, de entender- nos, nuestros valores, nuestras fronte- ras, los avances científicos y tecnológi- cos, los cambios geopolíticos, los suce- sos con impactos jamás esperados y, en ocasiones, provocados por fenómenos naturales frutos de posibles cambios cli- máticos o ciclos naturales, como otras veces intencionados y de índole terro- rista, han hecho que todo se haya agi- tado de tal manera, que nuestro con- Pedro Pablo López Bernal Gerente de Compliance, Privacidad y Continuidad Global de RSI Desde la experiencia... Hay que poner orden y concierto en el galimatías que existe alrededor del término seguridad
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