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94 SEGURITECNIA Septiembre 2013 CCTV y Control de Accesos cialmente cuando se integran con sis- temas de análisis de vídeo para protec- ción perimetral y vigilancia de áreas. Por su propia naturaleza, las cá- maras térmicas generan imágenes con mayor contraste y nitidez, in- cluso en condiciones de baja ilumi- nación donde las cámaras día/no- che corren el riesgo de generar imá- genes subexpuestas o con ruido. El alto contraste de las imágenes térmi- cas y su habilidad para ofrecer imá- genes nítidas de igual calidad tanto de día como de noche mejoran el rendimiento de los motores de análi- sis de vídeo y ayudan a los operado- res a detectar inmediatamente cual- quier amenaza potencial. Asimismo, las imágenes térmicas permiten re- ducir el número de falsas alarmas provocadas por elementos secun- darios de la imagen como sombras, movimientos de ramas y hojas, refle- jos, charcos o gotas de lluvia, ya que este tipo de elementos generan alar- mas en imágenes de vídeo conven- cionales, pero pasan desapercibidos en imágenes térmicas porque no su- ponen cambios de temperatura. En definitiva, todas estas ventajas no hacen sino confirmar la idoneidad de las cámaras térmicas para aplica- ciones de protección y vigilancia. S En cuanto a la óptica y su distan- cia focal, su comportamiento es si- milar al de las cámaras de vídeo tra- dicionales; esto es, cuanto mayor es la distancia focal, mayor es la distan- cia de alcance. Por lo general, las cá- maras térmicas Flir están disponibles en modelos de resolución estándar de 320x240 píxeles y alta resolución 640x480 píxeles con opciones de óp- tica desde nueve milímetros a cien milímetros que permiten conseguir distancias de reconocimiento de hasta 2.300 metros para objetivos del tamaño de un vehículo. Análisis de vídeo Teniendo en cuenta los aspectos co- mentados: bajada de precio, sensores híbridos y largas distancias de alcance, las cámaras térmicas Flir son indiscuti- blemente la solución más rentable en términos de rendimiento y coste, espe- Distancias más largas Además del ahorro en el coste de los sensores, las cámaras térmicas Flir permiten reducir el mínimo de cáma- ras necesarias para cubrir un períme- tro o área extensa. Por ejemplo, con tan solo cuatro sensores Flir FC-309S equipados con un objetivo de 50 mm. (17µm. de inclinación) y una distan- cia de reconocimiento de 320 me- tros podría cubrirse un perímetro de 100.000 metros cuadrados. Para cubrir una distancia similar con cámaras de luz visible convencionales harían falta bastantes más unidades. Además, se- ría imposible alcanzar la misma efec- tividad de detección, no sólo porque las cámaras de vigilancia convencio- nales tienen distancias de alcance menores sino porque los objetivos pueden ocultarse o confundirse fácil- mente en fondos difusos o sombras. Las cámaras térmicas pueden “ver” in- trusos donde las cámaras visibles o el ojo humano no consiguen ver nada. Para valorar el alcance de una cá- mara térmica deben tenerse en cuenta diferentes variables como el tipo de cámara utilizada, la óptica, la naturaleza y el tamaño del objeto, las condiciones atmosféricas y la diferen- cia entre los conceptos: detección, re- conocimiento e identificación. Para aplicaciones con análisis de ví- deo es recomendable tomar como referencia la distancia de reconoci- miento que, aunque suele ser menor que la de detección, a la larga resulta más fiable. La distancia de detección es demasiado crítica para un buen análisis de vídeo, lo que podría gene- rar un alto número de falsas alarmas e incluso omitir potenciales amenazas por falta de definición. Las cámaras térmicas pueden “ver” intrusos donde las cámaras visibles o el ojo humano no consiguen ver nada Detección eficaz con análisis de vídeo.

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