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SEGURITECNIA Abril 2014 89 Artículo Técnico nifiesta habitualmente como corrosión o congelación, como dos de las princi- pales causas detrás de los fallos en los sistemasdeextinciónpor agua. Estos sistemas de extinción utilizan habitualmente como sistemas de trans- porte tuberías que distribuyen el agua por los diferentes puntos a proteger en la instalación. Estos sistemas se dividen a su vez en secos (que no tienen habi- tualmente agua en su interior) y húme- dos (sistemas que están permanente- mente cargados con agua), cada uno con suspropiosproblemasde corrosión por diferentes causas. Al ver una instalación de tuberías po- demos estar pensandoque nohay nin- gún problema en la misma, que el sis- tema está perfectamente operativo, pero esta situaciónnopuede estarmás lejos de la verdad, porque aunque en una inspección visual externamente la pintura hace que la corrosión sea im- perceptible, internamente la tubería puedeestar gravementedañada. En los casos en que los sistemas hú- medos están cargados con agua poco tratada o ligeramente salina, la corro- sión interna puede ser muchomás de- vastadora, y entonces un simple go- teo puede ser causa de alerta del peli- gro cuando ya es tarde y por desgaste puede llegar a reventar la tubería. Otras causas son las bolsas de aire que se encuentran en los puntos más elevados de la instalación, motivados por una deficiente instalación que, junto con requerimientos logísticos (es decir, siguiendo la pendiente de una lí- nea de techo), por lo general aceleran las tasas de corrosión en comparación con el restodel sistema en estas partes existiendo también problemas de con- gelaciónencasode temperaturasbajas. El diámetro interno de la tube- ría puede verse significativamente re- ducido de tamaño por varios motivos, como por ejemplo nódulos de corro- sión, por montículos creados en la su- perficie del metal que crea un micro- ambiente para que diferentes especies de bacterias crezcan juntas en una co- lonia; o también por herrumbre, redu- ciendo en consecuencia la cantidad de agua que fluye por el tubo al ser más estrecho para atender las necesi- dades de caudal necesarios, por lo que los sistemas que se alimentan a través de estas tuberías, como BIE o rociado- res, no pudiendo controlar el fuego en esa zona, lo que le permite crecer y ex- tenderseaotraspartesde la instalación. Por otro lado, los sistema de tuberías secos tambiénpueden verse afectados, se puede pensar que estos sistemas no son susceptibles a la corrosióndebido a la “falta de agua” presente opor el pro- ceso de galvanizado. Pero eso no es real, sonmuy susceptibles al MIC aeró- bico (corrosión inducida por microrga- nismo) por una oxidación grave al es- tar en un ambiente húmedo o salino, porque suelen tener diminutas defor- maciones y fisuras provocadas por gol- pes y arañazos durante la instalación o transporte que pueden ir poco a poco debilitando el material y provocando el adelgazamiento en las paredes por lo quepueden llegar aexplotar cuando se activa el sistema si no se han respetado los espesores y calidadmarcados en el diseño, evitando que el agua que tanto necesitan fluya a través del sistema di- señado, y permitiendo que el fuego puedaestar fueradecontrol. Además, suelen existir bolsas de agua como resultado del agua sobrante de las pruebas requeridas por el mante- nimiento (incluso si el sistema se sopla con aire) y de la humedad presente en el aire dentro de la tubería. El agua se recoge en uno o varios “puntos bajos” de la instalación, y ​ acelera lacorrosión. Sistemasdedetección En cuanto a la parte de los sistemas electrónicos de protección contra in- cendios, fundamentalmente se piensa que los sistemas electrónicos no se “desgastan”, salvo algunas excepciones. Mientras hay algunos mecanismos “dis- cutidos” de desgaste, los sistemas elec- trónicos se comportan de manera di- ferente a los sistemas mecánicos. Típi- camente vinculado a la discusión de la confiabilidad está el concepto de Figura 1: Curvabañera (bathtub curve).

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