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20 SEGURITECNIA Septiembre 2014 Empresa vendría después. Antes de que cum- pliera su décimo aniversario, la pres- tigiosa consultora IMS Research (hoy IHS) ya había situado a la compañía ger- mana en la cuarta posición mundial en cuota de mercado de cámaras digita- les. Sus ventas anuales pasaron de los aproximadamente 800.000 euros en su primer ejercicio a los más de 86 millo- nes de euros que facturó en el corres- pondiente a 2012/2013. Sede en Langmeil Para conocer el origen de estos resul- tados hay que desplazarse hasta Lang- meil, una pequeña localidad al oeste de Alemania, muy cerca de Kaiserslau- tern, donde Mobotix tiene su sede cen- tral y su fábrica. Hasta allí se desplazó Seguritecnia en junio en un viaje organi- zado para la prensa especializada espa- ñola. Aunque muchos de sus secretos seguirán guardados con celo tras la vi- sita, muchos otros se descubrieron por primera vez ante los flashes . En este cuartel general de la empresa se diseñan, fabrican, prueban y alma- cenan todos sus productos. Su núcleo central es la planta de producción, que cuenta con una superficie de más de 6.000 metros cuadrados para la fabrica- ción y la realización de controles de ca- lidad, a la que se suman otros 1.700 me- tros cuadrados adicionales donde se hace acopio de componentes en 1.000 espacios de almacenamiento. El proceso de producción de las cá- maras comienza con el ensamblaje ma- nual de las piezas, para después some- terlas a diferentes controles. Primero se lleva a cabo una medición de las lentes, a la que sigue una prueba de resistencia a temperaturas extremas y, finalmente, se evalúa la calidad del producto aca- E l mes de junio de hace 15 años, irrumpió en el mercado de la videovigilancia la compa- ñía alemana Mobotix. En aquel enton- ces, Ralf Hinkel fundó la empresa, junto a su esposa Sabine y su socio Klaus Bor- chers, con la idea de desarrollar un pro- ducto diferenciado dentro del seg- mento de las cámaras de red. La alta resolución de las imágenes sería una premisa en todos sus proyectos y la in- tegración de un software propio en los dispositivos de la marca su fórmula. Y el modelo funcionó. Dos años después salía a la venta su primera cámara digi- tal, con un ordenador interno. Desde entonces, la empresa no ha parado de crecer y hoy cotiza en bolsa. Puede que ni siquiera Hinkel previera en sus inicios el rápido ascenso que Videovigilancia digital con sello ‘made in Germany’ Por Enrique González Herrero.

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