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SEGURITECNIA Septiembre 2014 23 III S eguridad P rivada C ongreso N acional de guridad Privada. Que durante varios me- ses de intenso trabajo, casi una centena de personas, aportando distintos pun- tos de vista de cada una de las organi- zaciones del sector (tanto de proveedo- res como de usuarios de servicios) sobre cada una de las materias abordadas por la nueva Ley, haya llegado a un consenso de redacción, sin ambages, de un docu- mento de casi cien folios de extensión, denota una decidida voluntad de querer hacerlo, una gran claridad de ideas y una importante capacidad de llegar a acuer- dos, lo que difícilmente puede garanti- zar hoy algún otro sector de actividad de nuestro país. - ¿Cuáles son a, grandes rasgos, los as- pectos más importantes que recoge el documento de propuestas para el nuevo Reglamento de Seguridad Pri- vada, que, según me comenta, ya han entregado al Ministerio del Interior? Nada más aprobarse la nueva Ley, se for- maron ocho Grupos de Trabajo cons- tituidos cada uno por representantes de todas las organizaciones sectoriales. Concretamente, son los de Empresas, Coordinación y Colaboración, Personal, Servicios, Sujetos Obligados, Medidas, Formación y Control Administrativo y Régimen Sancionador. Cada uno de ellos elaboró un documento que reco- gía, por una parte, una breve valoración de la nueva Ley con respecto a la ma- teria objeto de su estudio, y, por la otra, las consideraciones y recomendaciones que se entendían de formulación nece- saria desde el sector de la Seguridad Pri- vada, como para ser tenidas en cuenta en el proceso de redacción del desarro- llo reglamentario por parte de los profe- sionales del Ministerio del Interior dele- gados a tal fin. Lógicamente, este esfuerzo de concre- ción de consideraciones y recomenda- ciones es un intento de reducir a lo esen- cial y a lo preciso lo que nosotros enten- demos que debe ser el tratamiento que habría que darle a los asuntos y/o mate- rias que ya se están desarrollando regla- mentariamente. Son lo que podríamos llamar “líneas rojas”, que, de ser traspasa- das por alguna de las partes, necesitarían de un debate previo más sosegado y profundo para entender con mayor pre- cisión las ventajas e inconvenientes que aportan esos distintos planteamientos. Pero, más allá de propuestas concretas de lo que a nuestro juicio sería deseable, también es importante destacar lo que, también en nuestra opinión, no sería po- sitivo para nuestro sector desde el prisma de su nueva regulación normativa. En primer lugar, que adolezca de la necesaria flexibilidad como para poder llegar a lastrar la capacidad organizativa empresarial en sus estrategias de aplica- ción de los contenidos de la reciente Ley. Este posible riesgo tendrá mucha corre- lación con la extensión y nivel de detalle de su articulado; esto es, si la anterior Ley estaba estructurada en 39 artículos y la nueva en 72, debería existir una propor- cionalidad similar en el número máximo de artículos que sustenten al nuevo Re- glamento. Una excesiva y exhaustiva normativa de acompañamiento, excep- tuando la que sea necesaria para erra- dicar contundentemente tanto el intru- sismo como la competencia desleal, sería contraproducente. Esta nueva Ley regula múltiples ac- tividades diversas, desde la investiga- ción privada hasta la seguridad física, pasando por la gestión de alarmas o el transporte de fondos, por citar sólo al- gunas. Y lo hace en un entorno tremen- damente cambiante, por lo que no es- peramos un Reglamento capaz de reco- ger en su texto un tratamiento común para todas ellas. Eso nos llevaría a un vo- luminoso documento de difícil aplicabili- dad real y, además, de imposible rápida –y necesaria– adaptación a nuevas dis- posiciones legales relacionadas o a nue- vas realidades y necesidades derivadas que en un futuro próximo puedan exis- tir. Para ello hay otros mecanismos y he- rramientas legales de menor rango, pero tremendamente efectivos a tal fin. Tampoco esperamos que el esfuerzo de desarrollo se centre en dar formato le- gal a actividades que ya se venían desa- rrollando en el día a día bajo la supervi- sión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguri- dad (FCS), dando respuesta a históricas demandas sociales y a plena satisfacción de peticionarios y beneficiarios de las mis- mas. Lo que sí esperamos es un ejercicio empático de entendimiento de la menta- lidad empresarial que subyace en el sec- tor, imprescindible para la continuidad del mismo, y que la labor de colaboración y complementariedad que se nos exige, siempre subordinadamente con respecto a las FCS, se extienda progresivamente a nuevos ámbitos de actuación y al desa- rrollo de nuevas funciones. Esto, preser- vando siempre la finalidad de mejora de la seguridad preventiva para el ciudadano y la optimización de las capacidades de los recursos globales disponibles. - ¿Cómo espera que acoja el Ministe- rio del Interior esas propuestas? ¿Cuá- les son sus sensaciones en cuanto al nivel de respuesta que podría tener el documento? Nuestra expectativa es máxima, pero no porque hagamos un acto de fe, sino porque nos basamos en la experien- cia histórica. Ya en octubre de 2003, Francisco Muñoz Usano, presidente del primer Congreso Nacional de Seguri- dad Privada, comentó en su discurso de bienvenida que era “justo reconocer que no tenemos conocimiento de nin- gún caso en que una propuesta de las entidades representativas haya dejado de ser estudiada”.
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