seguritecnia 413
36 SEGURITECNIA Noviembre 2014 II I S eguridad P rivada C ongreso N acional de se muestran eficaces por su carácter parcial, frente a unos retos que exigen un enfoque multidisciplinar y una ac- ción conjunta. Este marco de referencia requiere el desarrollo de políticas públicas que ga- ranticen la máxima eficiencia en el em- pleo de los recursos de todas las Admi- nistraciones Públicas y de la propia so- ciedad civil. Dentro de las mismas se debe contar con una integración activa del sector de la Seguridad Privada cu- yos servicios y potencialidades, comple- mentarios a los de las Fuerzas y Cuer- pos de Seguridad, tal y como se recoge en la recientemente aprobada Ley 5/14 de Seguridad Privada, permitan propor- cionar un salto de calidad al conjunto del sistema y abrir un amplio abanico de oportunidades; presididas todas ellas por la idea de que la coordinación en- tre todos los actores involucrados en el Sistema Nacional de Seguridad Pública constituyen un elemento esencial. Desde prácticamente su nacimiento, la Guardia Civil ha sabido establecer unas bases de colaboración y entendi- miento con el personal que prestaba servicio en el ámbito de la seguridad privada. Basta recordar que los “Guar- das de Campo”, cuyas misiones se regu- laron en la Real Orden de 8 de noviem- bre de 1849, tenían la consideración de auxiliares de los miembros del Instituto Armado de acuerdo con lo dispuesto en el Reglamento para el Servicio del Cuerpo de 1852. Cooperación público-privada Pero es en los primeros años de este si- glo cuando la Guardia Civil pone en marcha su “Plan General de Colabora- ción con el sector de la Seguridad Pri- vada” con el que se apuesta decidida- mente por promover sinergias positivas en el ámbito de la prestación de ser- vicios operativos, en el entendimiento general de que la colaboración público- privada no es ya una opción sino una necesidad. Este plan inicial tuvo su continuidad en 2010, con el Programa Coopera a tra- vés del que se establece un modelo de relación del Cuerpo con la Seguridad Privada que actúa en su demarcación territorial, y en el que se definen los ni- veles de interlocución, los canales y los contenidos concretos de la información a intercambiar. Además, desde finales de 2013, nues- tra institución ha ido más allá. Desde el Programa Plus Ultra, ha sido ca- paz de constituirse como un nuevo punto de apoyo que favorece la internacionalización de las empresas mediante acciones como la formación en autoprotección, la elaboración de in- formes de situación y, dentro de sus po- sibilidades, el ofrecimiento de contactos en el exterior. Para concluir, quiero destacar la acti- tud proactiva de colaboración interins- titucional puesta de manifiesto por to- dos los actores relacionados con la se- guridad y que debe estar basada en el mutuo interés de buscar espacios de entendimiento eficientes y perdurables en el tiempo. Es en esa línea de progre- sión y de compromiso mutuo en la que deberá escribirse el futuro de esta ac- ción coordinada. S L a seguridad constituye una condición básica para procu- rar el pleno ejercicio de los de- rechos de los ciudadanos. Al mismo tiempo, es un elemento fundamental e indispensable para encauzar el pro- greso social y el desarrollo económico de cualquier nación. La sociedad española del siglo XXI de- manda este tipo de seguridad pública. Plena y centrada en las personas, cuyo centro de gravedad esté conformado por la preocupación y el respeto a la vida y a la dignidad humana, y cuyo fin último debe ir más allá del mero man- tenimiento de la seguridad ciudadana para abarcar, de una forma global y om- nicomprensiva, todos aquellos aspec- tos relacionados con la promoción de las condiciones y la remoción de los obs- táculos para que sus hombres y muje- res puedan ejercer de forma libre y plena sus derechos y libertades públicas. Sobre la base de esas premisas debe- mos convenir que, en la búsqueda de tan alto objetivo, no se puede prescin- dir de ningún instrumento ni recurso susceptible de colaborar, con sus capa- cidades y dentro de sus competencias y niveles de responsabilidad, en la confor- mación de un sistema nacional de se- guridad. En los últimos años España, junto a los países de su entorno, ha visto cómo algunos riesgos, otrora difusos y dife- ridos, se han convertido en amenazas reales y evidentes para su seguridad. La vigente Estrategia de Seguridad Na- cional señala expresamente que la res- puesta a los mismos debe estar conce- bida desde la cooperación, tanto a nivel nacional como multinacional, evitando acciones unilaterales y aisladas que no Colaboración público-privada: no es una opción sino una necesidad Teniente general Cándido Cardiel Ojer Director adjunto operativo de la Guardia Civil
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz