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SEGURITECNIA Noviembre 2014 87 Artículo Técnico sibilidad que en ellos convergen: limo, vertidos, contaminación, movimiento de barcos, etc., y que hace que la acti- vidad subacuática sólo sea verdadera- mente efectiva si la realiza personal que conozca perfectamente esos fondos, con sus recovecos y peligros. Ser capa- ces de descubrir la presencia de cual- quier objeto que no estuviera allí ante- riormente sólo se puede conseguir dis- poniendo de un equipo de buzos local y perfectamente integrado con el resto de los equipos de seguridad del puerto. Es- tos buzos también podrían actuar como guías de otros equipos de apoyo de mayor nivel, al igual que se requiere el guiado de un divemaster conocedor de la zona en las inmersiones de recreo o se solicita un práctico para la entrada y atra- que de grandes buques en un puerto. Ahora, también debemos pensar en los equipos que se necesitarían para poder adquirir unas capacidades me- dias iniciales que les permitieran rea- lizar su labor. Para empezar, los buzos deberían disponer de un equipo es- tándar de buceo (trajes, botellas, regu- lador, gafas, aletas, etc.) y sistemas que garanticen su seguridad, como los equi- pos de comunicación subacuática o los equipos de oxigenación para tra- tar accidentes en medio hiperbárico. Además, sería conveniente añadir cierto material de apoyo que permita la ne- cesaria autonomía que ya hemos co- mentado, como un compresor de aire o la embarcación que facilite los des- plazamientos por el agua. Así mismo, serían necesarias determinadas herra- mientas dependiendo de los cometi- dos y capacidades que quisiéramos do- tar al equipo de buceadores: elementos elevadores para recuperación, elemen- tos de corte subacuático, torpedos para grandes desplazamientos, etc. La ya comentada carencia de unida- des especializadas de las diversas admi- nistraciones y servicios, que pudieran ac- tuar con la celeridad requerida en este complicado entorno, acrecienta la nece- sidad de disponer de medios propios que les provean de esta imprescindible capacidad. Para ello, tal vez nadie me- jor para ejercer este importante come- tido que la Policía Portuaria , como así se está haciendo en otros países de nues- tro entorno y, aunque en fase incipiente de planificación, en algún puerto de Es- paña. A esta policía se le puede dotar muy fácilmente de esta capacidad, pro- veyéndoles con la formación y medios que les permitirían cumplir eficazmente las misiones de seguridad subacuática. No debemos obviar tampoco la impor- tantísima capacidad adquirida de salvar vidas que sólo será posible si se dispone de los medios y capacidades en el lugar y momento necesarios. Estos equipos lo- cales serían perfectos conocedores del territorio sumergido de su entorno y es- tarían bien entrenados ante cualquier evento mediante simulacros y manio- bras realizadas conjuntamente con el resto de los equipos de seguridad de su- perficie. Estos simulacros permitirán un control y mantenimiento adecuados del equipo de buceo, así como un reciclaje constante de sus capacidades. Además de estos equipos de buceo especializados, otro factor que debe- mos tener en cuenta para implemen- tar la seguridad subacuática son los me- dios submarinos de detección y de- tención. Al igual que se estructura para los sistemas de seguridad de superficie, se debe configurar una red perimetral subacuática que cierre los accesos y zo- nas críticas de especial riesgo, permi- tiendo la detección de la intrusión y pro- porcionando el tiempo necesario para permitir la actuación de los equipos de seguridad anfibios. Entre estos medios podríamos destacar los sonares activos y pasivos, sonar de imagen, sonoboyas, redes y obstáculos submarinos, cámaras de vídeo sumergidas, iluminación, en- rejados de salidas de cloacas, sensores sísmicos, magnéticos y térmicos, etc. In- cluso en determinadas situaciones tem- porales de riesgo extremo, se podrían utilizar minisubmarinos de vigilancia a modo de patrullas, dotados de sus pro- pios sensores y cámaras. Ya sabemos que la seguridad es ne- cesaria para salvaguardar nuestros ac- tivos, pero además, y como valor aña- dido, en los puertos se convierte en un aumento de la capacidad de nego- cio al poder ofertar un alto nivel de se- guridad en un entorno tan tradicional- mente inseguro y atraerá sin duda a las grandes empresas de transporte, navie- ras, barcos de recreo e incluso a las ar- madas extranjeras en busca de un refu- Si no queremos ser sorprendidos, no nos queda otra que bajar al submundo y conseguir dominarlo como una parte más de nuestro entorno de control

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