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SEGURITECNIA Septiembre 2015 43 Entrevista rísticas permitiría, tanto a los usuarios como a los prestatarios, generar en- tornos de confiabilidad y excelencia profesional. Quizás no evite por com- pleto las prácticas inadecuadas, pero sí generaría un marco de referencia vinculante de prácticas éticas. ¿Cuáles considera que deberían ser los aspec- tos fundamentales que contemplase un futuro código deontológico de la seguridad privada? Salvador Fabra (S.F.): La nueva realidad social demanda la homogeneización del desarrollo de la profesión de la se- guridad privada hacia la especialización, con un mismo prisma de identidad de diligencia, profesionalidad, honorabi- lidad, congruencia, probidad, lealtad y veracidad en sus acciones y decisiones profesionales. Las claves éticas de la actividad del si- glo XX, que hoy se siguen utilizando, no sirven para el espejo en el cual nos mi- ramos todos los días, y nos enfrenta- mos a los retos tan dignos como son el no fallar a la vocación de servicio de la seguridad. Sin entrar en un listado y debate técnico-jurídico, los bienes ju- rídicos protegidos son de tal esencia- lidad que la lesión de los mismos, ya sean directos, indirectos o por eventua- lidades de incidentes, accidentes e im- prudencias, requieren de una protec- ción tal que dicha lesión causaría la in- evitable no reparación del daño. Como ejemplos innumerables, el derecho a la vida, como derecho individual, y el de- recho de la protección y el disfrute del patrimonio histórico, como derecho de la humanidad. Propondría, como base vehicular, la confección de un código deontológico del profesional de seguridad privada, avalado por el Ministerio del Interior y las asociaciones de mayor representati- vidad del sector, que contuviese, como mínimo, estos doce artículos: obligacio- nes deontológicas del profesional de la seguridad privada; relaciones con el usuario de seguridad privada sin depar- tamento de Seguridad; relaciones con el usuario de seguridad privada con depar- tamento de Seguridad; relaciones con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y otras autoridades; relaciones con las asocia- ciones de empresas y profesionales de la seguridad privada; relaciones con el cliente empleado; principios rectores de actuación; colaboración entre profesio- nales; guarda de confidencialidad e inti- midad de los clientes; principios de pro- bidad; libertad de enseñanza del profe- sional; y, por último, prohibiciones. - ¿Cómo se confecciona un plan for- mativo aplicable al personal de segu- ridad privada, que sea maduro en el tiempo, cuando éste se vea enfren- tado con la dicotomía de la subroga- ción investida por las diferencias cul- turales de determinadas empresas de seguridad privada? J.A.: Según Nelson Mandela, “lo que di- ferencia a una persona de otra no es lo que le ha sido dado, sino lo que es ca- paz de hacer con lo que tiene”. La estra- tegia formativa de una empresa, y espe- cialmente si es de seguridad, es como un estandarte que muchas veces pa- rece invisible, pero que deja una im- pronta reveladora de la auténtica esen- cia de la organización. Una vía para conocer la verdadera cultura de una organización es anali- zar cómo enfoca la formación. Es decir, dónde está ubicada en su plan estra- tégico, qué recursos tiene disponibles para tal fin, qué programas de mejora y seguimiento sistemático realiza, etc. Creo que la formulación de la pre- gunta lleva implícita la consciencia de la importancia de la formación como fac- tor para diseñar una propuesta basada no sólo en los resultados, sino en la ca- lidad de los procesos, en la transforma- ción de los clichés previos. Así, la inefi- ciente visión de la formación como un factor secundario, cuando no de simu- lación o captación, puede llevar a per- der oportunidades de integración, de cohesión y de transformación de esa realidad inducida que supone la subro- gación. Hay que desmantelar modelos vara- dos en paradigmas de organizaciones jerárquicas e inamovibles y acercarnos a modelos más participativos, más co- laborativos, donde el valor real esté de- Jesús Alcantarilla y Salvador Fabra, ejemplo de la confianza entre empresas y usuarios. Jesús Alcantarilla: “Es imprescindible generar espacios de interrelación entre usuarios y prestatarios”

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