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98 SEGURITECNIA Septiembre 2015 Artículo Técnico Coordinación preventiva de emergencias en parques eólicos, ¿una asignatura pendiente? Demetrio García Nuño Técnico superior en Prevención de Riesgos Laborales de AFJ Health&Safety Actuación dentro de la “nacelle”. “Nacelle” en lo alto del aerogenerador. Preparación del simulacro. Desde la entrada en vigor del Real Decreto 393/2007, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, es- tablecimientos y dependencias dedicados a actividades que pue- dan dar origen a situaciones de emergencia, gran número de em- presas y compañías incluidas en el alcance de éste han adaptado su sistema de gestión de las emergencias, adecuándolo a los re- quisitos de dicho Real Decreto. Las instalaciones de generación de energía, y concretamente los parques eólicos en Castilla-La Mancha, no han sido distintos. Aunque este tipo de infraestruc- turas tiene ciertas peculiaridades en su explotación, éstas no han sido inconveniente para adecuar la gestión de las emergencias a la evolución legislativa. Para ello, desde un punto de vista interno, se han redactado e implantado los correspondientes planes de autoprotección, se han dispuesto los medios humanos y materia- les, dentro de las limitaciones lógicas, y se ha entrenado y formado al personal de los parques para que la actuación ante una situa- ción de emergencia sea rápida y eficaz. Caso de Castilla-La Mancha Desde un punto de vista externo, los planes de autoprotección ela- borados para los parques se han integrado en los planes de protec- ción civil de ámbito superior, tal como se especifica en el capítulo 7 del Anexo II del anterior Real Decreto, en el caso de Castilla-La Man- cha, a través de los registros de protección civil, a nivel provincial. El registro se conforma como una síntesis del plan de autoprotección, disponiéndose con él de la información necesa- ria del edificio o establecimiento para que los servicios de emer- gencia puedan intervenir. Esta información es de tipo técnico (medios de protección existentes, estructura del edificio, insta- laciones que posee, etc.) y ayuda a preparar a los servicios exterio- res una posible intervención. El establecimiento se identifica en el registro oficial con un código, el cual debe de ser remitido como uno de los primeros elementos del mensaje al centro de recep- ción de llamadas 112. Pese a todo ello, ante una emergencia real, la actuación puede no ser tan efectiva. No por una deficiente reacción de los equi- pos de intervención de los propios parques o de los medios de ayuda externa, sino porque la complejidad de estas instalaciones esconde una serie de variables que difícilmente son previstas en los planes de autoprotección y que escapan a las previsiones de la preparación de estos equipos hasta que no se encuentran en si- tuaciones reales o simulacros. Es la realización de los simulacros, con la implicación de bombe- ros, protección civil y servicios médicos, la que pone en evidencia

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