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164 SEGURITECNIA Febrero 2016 Artículo Técnico su “zona de confort”, pero más intensa- mente su “zona de seguridad”. Las múl- tiples organizaciones seguidoras del Salafismo y sus componentes crecen, mueren, se transforman y se multipli- can al ritmo de la actualidad, en un en- tramo difícilmente entendible pero sí al- tamente peligroso. La violencia de sus acciones, la barbaridad empleada, está inmediata y masivamente difundida en los medios de comunicación e Internet que, sin quererlo, se ha convertido en su principal aliado. Geográficamente, ningún continente, ningún país, esta hoy en día fuera del riesgo. Las empresas, como consecuencia, se ven sorprendidas la mayoría de las ve- ces, con una gestión de la información de crisis realizada con urgencia, sin dis- poner a veces de elementos mínimos para salvar la situación. La realidad nos ha impuesto un cam- bio radical en nuestra manera de pen- sar, de anticipar y de resolver la crisis. La seguridad de nuestros expatriados, de nuestras empresas, de nuestra imagen y de nuestros activos en el exterior se debe convertir en la más importante de nuestras prioridades. Tres claves Resulta que hoy en día, y más que nunca, ganar mercados en países con seguridad degradada tiene que acom- pañarse por parte de las empresas de una política de seguridad seria, pen- sada y adaptada a la situación. Esto pasa por la toma de consciencia de los dirigentes de los grandes grupos y tam- bién de las pymes (que muchas veces son sus subcontratistas), una imprescin- dible dedicación de los recursos sufi- cientes asignados a la protección de sus proyectos y, finalmente, la disposición de herramientas indispensables para llevar a cabo una política general de se- guridad internacional. Toma de consciencia creciente de los dirigentes: La toma de consciencia de los dirigentes de empresas es más real hoy que en el pasado. Las noticias tam- bién nos recuerdan siempre la responsa- bilidad penal1 de las empresas y de sus dirigentes, ya que ahora su imagen y su credibilidad están constantemente en juego bajo la mirada sospechosa de los medios de comunicación. Este peligro impacta claramente, por ejemplo, en el trabajo de recursos humanos, que lucha por contratar buenos expatriados para poner en marcha sus proyectos. De hecho, a pesar de que se está no- tando que el contexto es globalmente sombrío, las empresas tienen que se- guir adelante 1 . Recursos suficientes: Es un asunto constantemente sensible, ya que toca directamente la economía de los pro- yectos. Para ganar sus mercados, quie- nes elaboran las ofertas buscan limi- L a paradoja que viven las comu- nidades empresariales, en este principio de 2016, es más que nunca llamativa, delicada y, en ocasio- nes, neurótica. Nuestras empresas eu- ropeas nunca han necesitado posicio- narse tanto en los mercados exteriores para compensar la ausencia de creci- miento en los países europeos. En pa- ralelo, las regiones, pudiendo ofrecer el mayor interés en materia tanto de inver- siones como de conquistas de merca- dos, nunca han sido tan inseguras, por no decir peligrosas. Así es el difícil dilema al cual se en- frentan los dirigentes de las empresas, los directores de recursos humanos y los directores de seguridad a la hora de proponer al empleado una oportu- nidad de expatriarse o enviar expertos para una misión técnica. La realidad es que, hoy en día, el pa- norama se aclara con una luz bastante llamativa. En África y Oriente Medio, los expatriados, misionarios y desplaza- dos ven reducirse considerablemente Jean-Pierre Ferro / Presidente de Amarante América Latina y Península Ibérica ¿Seguridad de nuestros expatriados? Ahora… ¡más que nunca!
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