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SEGURITECNIA Junio 2017 107 Opinión llo Cepreven de producto, un sistema de reconocimiento de calidad volunta- rio que se aplica a productos del mer- cado de la seguridad tras la supera- ción de determinados controles. Tam- bién ofrecemos la posibilidad de elevar la calidad y la eficacia de las instalacio- nes mediante la actuación de Cepretec en la realización de una auditoría en las diferentes fases de ejecución de un pro- yecto, desde el planteamiento de los parámetros de diseño hasta las pruebas finales durante la entrega, en un pro- ceso que denominamos “control inte- gral de la instalación”. Todos los actores involucrados en la seguridad, desde el usuario a los asegu- radores, pasando por las ingenierías e instaladores, deberíamos ser conscien- tes de que no nos hacemos ningún fa- vor escatimando recursos, calidad, for- mación, etc. en materia de seguridad contra incendios. Cada vez que esto su- cede, degradamos el sector, tiramos por la borda nuestra profesionalidad y hacemos la tarta más pequeña. Esta si- tuación, inimaginable en otras áreas in- dustriales, es demasiado normal en pro- tección contra incendios. Entonces, ¿qué es lo que ha fallado en la evolución de nuestro sector de la seguridad contra incendios? Posi- blemente nos falta un clic mental, el mismo que suena en el coche cada vez que nos abrochamos el cinturón y que tanto nos ha costado asumir como algo cotidiano y necesario. S con instalaciones de protección contra incendios”, lo cual es diferente. Tal como hemos reflexionado en el párrafo an- terior, un edificio dotado con sistemas e instalaciones de PCI (Protección Con- tra Incendios) no es necesariamente un edificio seguro. Concienciación Desde Cepreven llevamos más de 40 años luchando para remover las con- ciencias en materia de PCI, empezando por la formación, la primera apuesta de nuestra asociación. Una formación abierta a instaladores, aseguradores, usuarios y Administración, que alcanza desde los niveles más básicos hasta los niveles de experto, que se actualiza to- dos los años y que se adapta a las nue- vas tecnologías de la información para hacerla más accesible a todos. Y justa- mente para llegar a todos, se organizan jornadas divulgativas totalmente gratui- tas sobre temas de actualidad y se distri- buyen píldoras formativas a través de los canales de Internet. Caminamos hacia la certificación de técnicos para conseguir que quienes nos diseñan e instalan los sistemas de PCI sean auténticos especia- listas en cada materia en concreto. En el plano técnico, hace años que existe la calificación Cepreven de ins- taladores, complementada reciente- mente con la de ingenierías, que se so- meten de forma voluntaria a controles periódicos sobre los trabajos que rea- lizan. A todo ello se ha añadido el Se- Solución Para que se produzca una evolución efectiva, real, de la seguridad contra incendios, es necesario que la socie- dad interiorice que se trata de un pro- blema real al que hay que poner solu- ción. Como en la industria del automó- vil, algunos elementos de seguridad han comenzado a integrarse “de serie” en los edificios de nuestro país. Esto lo hemos conseguido principalmente a golpe de reales decretos, aunque esta actuación, por sí misma, no es la ma- nera de alcanzar una seguridad eficaz y real. De qué sirve disponer de una esca- lera protegida en tu edificio de vivien- das si la puerta resistente al fuego que la separa de tu descansillo está siem- pre abierta. Para qué tener un extintor frente a la puerta de mi trastero, si ni si- quiera sé qué tengo que hacer para uti- lizarlo. Y en el ámbito industrial, el pa- norama, salvo contadas excepciones, no es más halagüeño. Se falsean los da- tos de carga de fuego para que los re- quisitos de seguridad exigibles sean menores. Se ejecutan instalaciones por supuestos profesionales que no cono- cen suficientemente los condicionan- tes que deben considerar en el diseño. Se hacen algunos mantenimientos que consisten en poco más que mirar a las instalaciones desde lejos, a ver si siguen ahí. El empresario realiza la mínima in- versión en seguridad para justificar que cumple con la reglamentación, ya que lo considera un dinero perdido que no le ayuda a producir más ni mejor… Estas cuestiones no se arreglan a golpe de decretos. Hace años, antes de existir el Reglamento de Seguridad con- tra Incendios en Establecimientos In- dustriales, las instalaciones que se eje- cutaban eran pocas, de acuerdo, pero al menos las que se ejecutaban tenían un fundamento: realmente se considera- ban necesarias para la protección de la actividad. La inversión correspondiente era la adecuada y suficiente para dis- poner de unos sistemas que en su mo- mento fueran eficaces contra el incen- dio. Ahora, sin duda, hay muchos más establecimientos y edificios protegidos. O más bien habría que decir “dotados

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