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92 SEGURITECNIA Octubre 2017 Artículo Técnico es contar con todo ello e integrarlo en las pautas de actuación habituales. Preparación. El ciclo de planea- miento de un ataque lleva tiempo y presencialidad que puede ser detec- tada por ojos que saben qué buscar. Si bien es cierto que las posibilidades de que un incidente armado tenga lu- gar en un objetivo blando como un centro comercial, la triste realidad es que, pese a minoritarios, son los inci- dentes que mayor número de vícti- mas provocan. Por tanto estar prepa- rados para saber cómo gestionar el in- cidente es clave: romper el estado de bloqueo y secuenciar la actuación de modo que se proteja el mayor número de vidas posible, desde cómo desarro- llar adecuadamente una evacuación ordenada a cómo tratar a víctimas con hemorragias masivas, pasando con comunicar de forma adecuada la infor- mación acerca de un incidente en de- sarrollo a las Fuerzas y Cuerpos de Se- guridad y servicios de emergencia. Reacción. Desde que se inicia el in- cidente hasta que las Fuerzas de Se- guridad y las de emergencias llegan al lugar de los hechos se produce el denominado intervalo de respuesta. En este periodo de tiempo de exten- sión variable las víctimas, los usuarios del centro comercial, del concierto o del restaurante están desamparados de no ser por los efectivos de segu- ridad privada y trabajadores de la or- ganización. En este sentido, éstos úl- timos se convierten en primeros res- pondientes que deben gestionar el incidente hasta que concluye el inter- valo de respuesta. Sin embargo, estos tres elementos de concienciación, preparación y reac- ción no surgen de la nada. Precisan de un proceso de formación previo que va desde el conocimiento de los distin- tos perfiles y modus operandi apareja- dos a las pautas a seguir de forma orde- nada pero flexible y adaptada en cada caso para minimizar el número de víc- timas o de técnicas básicas de conten- ción de hemorragias (TCCC) 10 . Por tanto no es tan sólo formación teórica, sino también práctica. Resulta perentoria la la agresión varían: mientras un ladrón puede verse disuadido por un sistema de vídeovigilancia, posiblemente éste no surtirá ningún efecto sobre un terro- rista, que verá en dicho sistema un es- caparate mediático. Por tanto las medi- das de seguridad, si bien necesarias y con un enorme valor, no son suficientes en el supuesto de un ataque armado que busca no un objetivo crematístico, sino elevar el número de víctimas a lo más alto posible. En este caso, el princi- pal rol debe recaer en el factor humano como clave del espacio defendible, en la concienciación, en la preparación y en la reacción, tanto de los servicios de seguridad privada si la hubiere como del personal de la propia organización. Concienciación. La amenaza existe y es asimétrica y adaptativa. A ma- yor nivel de planeamiento del ata- que, mayor adaptación a la vulnerabi- lidades del objetivo. Por tanto el análi- sis de riesgos es vital, pero también lo es la vigilancia y la contravigilancia de elementos y actitudes sospechosas sobre bases cotidianas. No obstante, por obvio que parezca, el primer paso empleada 6 , también pueden sembrar el caos sobre un objetivo blando. Newman definía ya en 1972 el con- cepto de espacio defendible como un modelo que inhibe el crimen creando la expresión física de un tejido social au- todefendible 7 . Sobre esta teoría, inclu- yendo nuevos elementos derivados de la introducción de nuevas tecnologías, se construye el modelo ampliado CP- TED ( Crime Prevention Through Environ- mental Design ) 8 , que añade a los ele- mentos de actividades de apoyo, con- trol de accesos y el endurecimiento de objetivos propiamente dicho. Si nos centramos en los dos últimos aspec- tos, ambos pretenden dificultar a los cri- minales –atacantes en el caso que nos ocupa– la perpetración del acto delic- tivo o ataque, en nuestro caso, sobre el objetivo 9 . En términos de teoría racio- nal, elevar los costes del ataque y redu- cir los beneficios del mismo para que el objetivo resulte menos atractivo y se abandone la opción de atacarlo. ¿Qué medidas implementar para en- durecer el objetivo a proteger? Cierta- mente la motivación y naturaleza de El principal rol de la seguridad en estos objetivos debe recaer en el factor humano, la concienciación, la preparación y la reacción

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