seguritecnia 447 suplemento

16 SEGURITECNIA Noviembre 2017 Opinión L os estudios demuestran que los sistemas de seguridad ac- tuales solo se utilizan en un porcentaje muy inferior respecto a su capacidad, y esto se debe a diversos factores, como la actualización del sis- tema a las nuevas tecnologías, la in- tegración con otros sistemas, la ca- pacitación del personal operario, la adecuación a la aplicación que está protegiendo… Por otra parte, la asunción de la ge- rencia de la empresa del sistema de se- guridad como un gasto, y no como una inversión, provoca que muchos siste- mas de seguridad se abandonen o no se actualicen desde su primera imple- mentación, disminuyendo exponencial- mente el rendimiento de los mismos. Factores Necesitaríamos mucho tiempo para abordar en profundidad cada uno de los aspectos que afectan a una instala- ción de tecnologías de seguridad opti- mizada. No obstante, vamos a destacar los factores fundamentales: Información y actualización: la tec- nología avanza a un ritmo trepidante, pero la delincuencia también lo hace. Para encontrar los sistemas adecua- dos a una instalación de seguridad es necesario conocer en profundidad las alternativas y buscar la optimiza- ción entre calidad y funcionalidad. Resistencia al cambio: las organiza- ciones encuentran barreras físicas y orgánicas para no adoptar nuevas tecnologías, y la seguridad no es una excepción. Relativizar el factor precio: buscar optimizar el coste de la propiedad y no reducir los gastos. Para ello, hay que buscar equipos de tecnología avanzada con las garantías de calidad necesarias y que ofrezca una durabili- dad constante en el tiempo. Los factores fundamentales de una instalación de tecnologías de seguridad optimizada Asociación Española de empresas de Seguridad (AES) Fiabilidad del personal: si bien los sistemas de seguridad son cada vez más autónomos, el personal en campo debe estar bien entrenado, alineado con los objetivos de la en- tidad y ser de confianza, porque son los que deben tomar las decisiones de manera rápida y eficaz ante una si- tuación de crisis. Capacitación: nos encontramos mu- chos casos en los que los sistemas se programan por defecto y el insta- lador y el operador no conocen las posibilidades de los mismos, con lo que aspiran a utilizar sistemas muy por debajo de sus funcionalidades. El personal en general, y el de segu- ridad en particular, debe estar for- mado para utilizar todas las funciones de los equipos instalados, tanto por el director de seguridad como por los fabricantes de los equipos instalados. Adaptación: el sistema de seguri- dad debe haber sido diseñado e ins- talado para el propósito de la aplica- ción que está protegiendo, así como la adaptación de la organización debe ser mínima. Para ello, la com- pañía instaladora debe realizar una evaluación de la aplicación a asegu- rar, del personal y de las actividades diarias de la entidad. Integración: la seguridad debe formar un ecosistema con otros dominios, como el de automatización de edifi- cios o tecnologías de la información y seguridad informática. Esto ayuda a optimizar recursos, alinear a los depar- tamentos y contribuir a los objetivos económicos de la compañía. Redundancia: en ocasiones, se re- quiere que el sistema se encuentre verificado y duplicado para ofrecer mayor nivel de seguridad y confiabi- lidad, por ejemplo, en infraestructu- ras críticas o cuando así aplique por normativa. Seguimiento y control: al igual que otros aspectos de una entidad se evalúan de manera periódica (equi- pos informáticos, personal, flota de vehículos, incluso los planes econó- micos de la empresa), la seguridad debe ser revisada, ya que las condi- ciones del entorno cambian, los re- tos y amenazas crecen y las tecnolo- gías se ven superadas para adecuarse a estos retos y amenazas. Estilo directivo: el aspecto de seguri- dad debe ser observado de cerca por el equipo directivo de una compañía. El director de seguridad debe ser una persona de confianza, muy próxima a la dirección de la empresa o pertene- ciente al equipo decisional. La seguri- dad debe formar parte de las políticas de gestión y desarrollo de cualquier entidad, y los objetivos de seguridad deben estar incluidos y alineados con el resto de objetivos empresariales. Solo así conseguiremos adecuar las entidades con los retos y las necesida- des en materia de seguridad con los avances tecnológicos a nuestra dispo- sición hoy en día. S Muchos sistemas de seguridad se abandonan o no se actualizan desde su primera implementación, disminuyendo exponencialmente su rendimiento

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