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SEGURITECNIA Junio 2018 27 Seguridad Integral “clubs” de directores de Seguridad o si- milares? ¿Podremos encontrar alguno en el que haya una buena cantidad de “triatletas” convencidos y que proven- gan de todas y cada una de las disci- plinas de la seguridad? No parece fá- cil, ¿verdad? Conclusión En conclusión, no queremos, ni pode- mos, negar la necesaria especialización de un elemento determinado, pero es- tamos buscando una gestión de la se- guridad que, como ese triatleta, domine varias disciplinas con un solo corazón y piense y actúe como un todo armónico, capaz de realizar una misión compleja ante un enemigo global. Varios atletas unidisciplinares, total- mente especializados, pueden conse- guir excelentes marcas individuales, incluso pueden ir en el mismo auto- bús o asistir a un mismo evento, pero no pueden formar un equipo impe- netrable en el que pudieran echarse una mano unos a otros o suplir las ca- rencias de un compañero ante un rival que pudiera superarle. Necesitamos personas que lideren la seguridad con el ánimo de un triatleta, sin temer a introducirse en otras disci- plinas en las que nunca será un espe- cialista, pero que ayudarán a entender el sistema como un todo y a buscar el necesario equilibrio capaz de re- ponerse cuando una parte se debilita y seguir ofreciendo un buen escudo ante el adversario. S componen y consideran que han cum- plido su etapa competitiva en esa espe- cialidad o porque con motivo de alguna lesión, encuentran en la natación o en la bici una forma alternativa de seguir adelante mientras se recuperan. Suena parecido a cuando sufrimos un bache en temas de seguridad. Nos hablaba de nuevos retos, nuevas motivaciones, beneficios a nivel cardio- vascular, ser más completa y de evitar sobrecargas al realizar entrenamientos muy específicos, ya que de esta forma se podrían evitar lesiones y la carga no solo estaría centrada en un grupo mus- cular derivada de la práctica de una sola disciplina. En ocasiones, cuando cam- bian las circunstancias por lesión o por- que hay nuevas motivaciones, cambia lo que hasta el momento había sido la disciplina preferida. Aunque el vocabu- lario sea distinto, con un poco de ima- ginación podríamos sentir que está- bamos hablando de disciplinas de se- guridad y de los problemas que nos pueden provocar cuando nos centra- mos en una sola. ¿Y en quién se pueden apoyar para comenzar estos cambios? Pues se puede hablar, por ejemplo, de las ven- tajas de estar en un club de triatlón en lugar de realizar un entrenamiento in- dividual. Las ventajas serían entrenar con otros deportistas con tus mismas inquietudes, de forma que se pue- den exponer sus experiencias y acon- sejarse mutuamente. ¿No es acaso lo que deberíamos conseguir en nuestros atleta de velocidad y uno de fondo. Tal vez nos pase lo mismo cuando una em- presa, por los motivos que sean, incluso por moda o por alarma social, se vuelca hacia un determinado tipo de seguri- dad minimizando los recursos de otras. Y del mismo modo, habrá que tener en cuenta que no todas las capacidades son válidas para todas las personas. Es- tas también tienen su “morfología” en cuanto a aptitudes, actitudes o conoci- mientos. Una gran ventaja de nuestro cam- peón es que no se lo juega todo a una carta que, al igual que en seguridad, si pierde queda derrotado y el adversa- rio se lleva el trofeo. El triatleta, cuando tiene una merma de capacidades o un pequeño fallo en una de sus discipli- nas, puede compensarlo con un mayor esfuerzo en otra y tratar de conseguir un buen resultado global que le per- mita el triunfo. La triatleta –sí, no es fácil nombrar permanentemente los dos géneros en cada frase, pero los que suscribimos este artículo, evidentemente, no tene- mos dudas al respecto– no empezó di- rectamente a practicar este multide- porte, sino que comenzó su vida de- portiva practicando uno determinado y dando algún que otro bandazo hasta encontrar el que mejor se adaptaba a sus gustos, a su morfología o, simple- mente, a las capacidades que disponía en ese momento para hacerlo. En segu- ridad difícilmente tenemos la suerte de empezar libremente con la convergen- cia y suele ser una evolución a la que nos llevan las circunstancias exterio- res o incluso exigida por la normativa. Pero, ¿por qué ese cambio?, ¿qué moti- vaciones le impulsan a ello si sabe que en otras disciplinas no será tan buena como en la que siempre ha practicado? La respuesta que nos dio parecía bas- tante coherente y, para nuestro caso, to- talmente extrapolable. Como ella, hay gente, los menos, que comienza a practicar triatlón desde cero. También hay personas que co- mienzan con el triatlón porque ante- riormente se han dedicado a realizar al- guna de las tres modalidades que lo

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