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SEGURITECNIA Octubre 2018 21 Seguridad en Museos - En un museo existe multitud de pro- fesionales (restauradores, comisa- rios de exposiciones, artistas…) con sensibilidades e ideas diferentes en cuanto a las exposiciones, lo que a ve- ces choca con la seguridad. ¿Cuáles son las claves para que entiendan que ésta es una necesidad por encima de esas sensibilidades? Cuando se realiza un proyecto de mu- seografía, ya se prevé dónde y cómo se encuentran los elementos de los distin- tos sistemas de seguridad instalados, de manera que puedan compaginarse sin que se superpongan o interfieran los unos con los otros. De esta manera, la relación entre los distintos profesionales es siempre de colaboración e intercam- bio de ideas. Cuando de lo que se trata es del di- seño de una exposición temporal, las salas que van a albergar las colecciones son revisadas desde el punto de vista de la seguridad, para comprobar que los diseños previstos tampoco interfie- ren y, en su caso, proceder a comple- mentar las medidas necesarias. En cualquiera de las situaciones ante- riores, los profesionales de los museos entienden la necesidad de que la segu- ridad esté presente y forme parte de la infraestructura de la exposición. - ¿Hasta qué punto avanza España en la protección del arte gracias al Plan Nacional de Emergencias y Gestión de Riesgos en Patrimonio Cultural? Hacer una estimación de hasta qué punto avanza España en la protección del arte es una valoración muy ambi- ciosa y no creo que me corresponda. A mi nivel puedo indicar que los 16 mu- seos de mi competencia tienen cata- logadas todas sus colecciones y se tra- baja en el estudio correspondiente en el plan de evacuación de obras de arte. No obstante lo anterior, hay que se- ñalar que solo una parte del patrimonio cultural del país se encuentra en los mu- seos. Por toda la geografía hay distribui- dos multitud de yacimientos arqueológi- cos, iglesias y construcciones monumen- tales a los que no siempre es posible prestarles la debida atención, por su nú- mero elevado y su dispersión geográfica, muchas veces en zonas despobladas. - Como señala, España cuenta con un ingente patrimonio histórico que en muchas ocasiones escapa al con- trol del Estado. ¿Se puede hacer algo para proteger aun así todo ese arte disperso? Aunque la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español sienta las bases en nuestro ordenamiento ju- rídico para establecer qué es y cómo se articula la protección del patrimonio en España, éste es enorme y, como decía, no solo se encuentra en los museos o es competencia del Estado. Para darnos cuenta de ello solo hace falta aportar algunos datos sobre los museos: según la “Estadística de Mu- seos y Colecciones Museográficas 2016” publicada por el Ministerio de Educa- ción Cultura y Deporte, hay algo más de 1.500 instituciones museísticas censa- das, de las cuales el 70,8 por ciento son de titularidad pública, el 27 por ciento de titularidad privada y el 2,2 por ciento de titularidad mixta. Dentro de los de titularidad pública, llama la atención que más del 47 por ciento es de titularidad de la administra- ción local. También hay que señalar que dentro de los privados, el 9,7 por ciento corresponde a la Iglesia. - La nueva Ley de Seguridad Privada incluye a los museos como sujetos obligados a contar con medidas de protección. ¿En qué cuestiones cree que debe avanzar el futuro Regla- mento de Seguridad Privada? Como indicaba antes, la titularidad y la gestión de los museos en España es dispar, como también lo son los conte- nidos que tienen cada uno de ellos y, quizá lo más importante, también la fi- nanciación con la que cuentan. Todos estos detalles deberían ser tenidos en consideración en el momento de fijar las medidas a implantar y los procedi- mientos con los que llevar a cabo algu- nas tareas. - Usted ha mencionado en varias oca- siones que es necesaria la formación y concienciación del personal de los museos y de las gerencias. ¿Cree que se ha avanzado en este sentido? Refiriéndome siempre a los 16 museos de mi competencia, puedo decirle que el personal que trabaja en los museos tiene asumida la importancia de la se- guridad y lo que ésta supone. Cuando se ha introducido cualquier procedi- miento nuevo entre los procesos de tra- bajo en el museo, el personal afectado ha sido consultado e informado con an- terioridad a la implantación, por lo que no se ha llegado a producir rechazo. S Benjamín Núñez González

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