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54 SEGURITECNIA Octubre 2018 Protección de Infraestructuras Críticas de seguridad PIC. Esto ayuda a garantizar que no solo se trata de proteger los bienes y activos cuya pérdida produciría un quebranto meramente económico, sino de que los usuarios no pierdan los beneficios de tan fundamental ser vicio, independientemente de que sean calificados o no como de alta repercusión para la nación. Estos operadores no pueden ser beneficiarios de un Plan de Apoyo Operativo (PAO) confeccionado ad hoc por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero podría incluírseles en una campaña especial para promover su adhesión a programas como el Plan Coopera de la Guardia Civil o Red Azul de la Policía Nacional, que sin duda les sería de gran ayuda. Por otro lado, hay que tener en cuenta la profusión de actores e interlocutores que intervienen en la Salud y, por tanto, en sus cuestiones de seguridad. Se nos antoja bastante comp l e j a l a co o r d i na c i ón d e todos ellos para ofrecer un frente común, organizado y coordinado, que no presente un sinfín de fisuras ante un enemigo que preparará concienzudamente su ataque y que no entiende de diferencias entre lo físico y lo ciber, entre Estado y competencias autonómicas o entre lo público y lo privado. Esta coordinación solo puede hacerse desde las más altas instituciones, y es aquí donde el CNPIC, con su Sistema PIC, puede oponer una de riesgos y calificadas especialmente por sus brutales consecuencias. Son los llamados “cisnes negros” , de los que en materia de Salud probablemente encontraremos unos cuantos. Es muy difícil, pero no puede descartarse la posibilidad de un atentado terrorista que tratase de producir un ingente número de bajas y se simultanease con un ataque a los sistemas de salud que debieran paliar su eficacia. Proteger a personas Como preconiza la doctrina PIC, los servicios prestados y que deben ser objeto de especial protección son los que se consideran “esenciales”, para lo que deben cumplir una serie de requisitos que, por supuesto, no siempre se dan en la mayoría de las infraestructuras del sector, por más que a un pequeño colec tivo de usuarios les pudiera parecer que su servicio es tan esencial como la pér- dida de la vida misma que podría es- tar poniéndose en juego . Ahora intentaremos hacer un esfuerzo final de extrapolación de esa criticidad y ampliar el espectro a otros operadores no designados como críticos por las autoridades competentes, pero a los que no les vendría nada mal imbuirse del es- píritu de servicio que implica la res- ponsabilidad de un operador crítico , asumiendo por decisión propia el mismo sistema de organización y planificación verdaderamente eficaz defensa ante cualquier ataque malintencionado. Eso sí, teniendo en cuenta que la Salud transciende –o debiera transcender– en importancia a cualquier otro servicio de los considerados como esenciales. Debemos tener mucho cuidado de no dejar demasiado fuera del Sistema PIC aquellas amenazas que puedan afectar también a otros temas tan importantes como es la seguridad del personal sanitario o de algunas infraestructuras. Por desgracia, los profesionales de la salud son objeto habitual de amenazas o agresiones que pueden producir por sí mismas una importante merma de la calidad o, incluso, de la capacidad de prestación del servicio esencial. En este sector, el activo más importante para prestar del servicio es el factor humano y merece una especial atención para garantizar su seguridad, que no siempre es bien tenida en cuenta. Conclusiones En conclusión, creemos que sería muy conveniente, para nuestra propia salud que el sistema PIC hiciese un esfuerzo especial en la concreción, implementa- ción y seguimiento de los planes de se- guridad en el sector de la Salud. Igual- mente sería positivo que los operadores no considerados “oficialmente” como crí- ticos traten de actuar en lo posible como si lo fueran y que la Administración, es- tatal o autonómica, les proporcione un apoyo suficiente en temas de seguridad que les ayude a mantener el servicio en las mejores condiciones posibles, incluso en caso de ser comprometidos por un ataque. También debe tenerse muy en cuenta la protección de los recursos hu- manos si se quiere garantizar la continui- dad de tan vocacional servicio. Po r úl t imo, y aunque pueda resultar costoso debido a la enorme atomización de este sector, ¿no podrían las comunidades autónomas, o al menos sus consejerías de Salud, crear su propio sistema PIC en su ámbito de sus competencias? Igual no sería tan descabellado y tal vez consiguieran un buen retorno de la inversión. S

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