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32 SEGURITECNIA Noviembre 2018 Inteligencia y seguridad Profundizar en esta área tan compleja pero tan necesaria debe ser una de las apuestas de futuro para el avance de una disciplina que mira al futuro desde la realidad del presente. Queda un trabajo arduo pero inelu- dible, debiendo potenciar en las orga- nizaciones la cultura de la inteligen- cia. Hemos de intentar que directivos y empresas dejen de demonizar la pa- labra inteligencia suscitada por pési- mos ejemplos que han contaminado el buen hacer de muchos profesionales. Debemos seguir apostando por la evolución de la inteligencia en el sec- tor privado, donde se definan correcta- mente los métodos y los campos de ac- tuación y dejar en manos del conoci- miento y del pensamiento los logros de ese “valor añadido” dentro de cada una de las organizaciones. Éstas son solo algunas ideas y re- flexiones que se aportan junto a las opi- niones vertidas por profesionales del sector que participan con su experien- cia y conocimiento del sector de la In- teligencia, y que se recogen en el libro, que verá la luz en próximos días, La Inte- ligencia Empresarial en España. Sirvan estas líneas para agradecer, como coordinadores de la obra, en el nombre de todos los autores y partici- pantes en la misma, a la Fundación Bo- rredá que ha hecho posible la edición del libro, por su visión y apuesta de fu- turo ante un tema tan demandado pero poco estudiado como es la de la inteli- gencia empresarial. S El salto ha sido cualitativo, por la ra- pidez con la que se consigue informa- ción, y cuantitativo, por datos que se ob- tienen y se filtran. Sin duda, las herra- mientas son un poder para la obtención que marca una diferencia con el sistema tradicional. Pese a ello, como ocurre en otros sectores, la tecnología no lo puede hacer todo. La figura del analista es la ne- cesaria impronta del hombre para poder obtener ese análisis final. La inteligencia se abre paso cada vez más a todos los sectores y espacios, lle- gando a todas las organizaciones, peque- ñas y grandes. Hacen falta profesionales que elaboren ese informe diferenciador, con el apoyo de herramientas tecnológi- cas que potencien sus resultados. Formación Es en este punto donde es necesario hacer referencia a la formación en ma- teria de inteligencia y a la importancia de un correcto syllabus en la misma. “El futuro del desarrollo de la inteligencia en la empresa pasa necesariamente por la efectividad y la mejora en el apoyo de la toma de decisiones, en la reduc- ción de la creciente incertidumbre in- dependientemente del sector y estruc- tura en la que se aplique” (Díaz, 2018). Para ello, la formación en materias de inteligencia debe alejarse de cuestiones psedudocientíficas y charlatanería para conseguir implantarse como un verda- dero campo de estudio en nuestro país relacionado con distintas disciplinas en el marco de las ciencias sociales. En definitiva, consideramos y aposta- mos por que dentro de las organizacio- nes los puestos estratégicos dispongan de ese informe para la toma de decisio- nes, que sea diferenciador y acertado para sus intereses. El analista Sin duda, una de las piezas fundamen- tales en todo esto es la figura del ana- lista. Como apunta José Manuel Díaz-Ca- neja en el libro La inteligencia Empresarial en España (2018), “en cualquier opera- ción de inteligencia el análisis está im- plícito, pero no todo el trabajo es hecho por los analistas. Los clientes (o solicitan- tes de inteligencia), así como los especia- listas en obtener la información, también participan. Y lo harán a pesar de que el analista no esté de acuerdo. Esto es de- bido a que ambos tienen su particular vi- sión del objetivo, y quieren que ésta se incluya en el producto analítico. Sin em- bargo, alguien tiene que hacer que el proceso funcione coherentemente, crear y mantener actualizada esa imagen co- mún del objetivo, recibir las necesidades de inteligencia, descomponerlas en re- quisitos de información que deben ser obtenidos, aceptar las nuevas informa- ciones e incorporarlas a la imagen del objetivo, extraer inteligencia procesable y asegurarse que llega al solicitante”. Como podemos apreciar, la figura del analista se potencia cada vez más, y es, sin duda, el profesional y especialista que se encargará de hacer ese informe tan ansiado para marcar la diferencia que pretendemos. Pero todo tiene un límite. Muchas compañías consideran que los analis- tas disponen de esa bola de cristal en el que se puede ver todo el futuro. Sin duda alguna, la prospectiva juega un valor importante y riguroso que real- mente permite armonizar ese papel predictivo tan deseado. En esta evolución empresarial y de la inteligencia en el sector privado no po- demos olvidarnos del desarrollo tecno- lógico. Este avance procura herramien- tas de incalculable valor tanto para la obtención de la información como para el apoyo al análisis.

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