Seguritecnia 467

68 SEGURITECNIA Septiembre 2019 Control y gestión de alarmas ción policial comisionada y, por otro, al resto de ciudadanos, tanto económica- mente como a la hora de disponer de dichos servicios. Es por ello que hay que recordar que es labor de todos concienciar a los usua- rios sobre las consecuencias de hacer un mal uso o negligente de los siste- mas de seguridad, dando por supuesto que el sistema está mantenido de ma- nera correcta según la actual normativa. Del mismo modo que la Administración lleva a cabo campañas informativas en aspectos como pueden ser novedades o cambios que afecten a tráfico, sería in- teresante que desde el Ministerio del In- terior se realizaran campañas informati- vas dirigidas directamente a los usuarios de sistemas de seguridad. Las empresas de seguridad ya estamos informadas de manera constante por la Dirección Ge- neral de la Policía y por otros cuerpos policiales competentes en alguna co- munidad autónoma. Pero no solo hay que informar de los plazos de adecuación de los sistemas de seguridad a “grado” de acuerdo con la normativa vigente, sino también del buen uso y consecuencias legales de no hacerlo. Las empresas de seguridad ya nos es- forzamos en realizar campañas informa- tivas a los usuarios de los sistemas de seguridad para que hagan buen uso y mantenimiento de los mismos, ya que a veces el usuario lo percibe solo como una acción comercial de la empresa y no como una obligación legal. Concluyendo, es necesario, como he indicado al principio, que conciencie- mos y formemos correctamente a los usuarios, ya que eso permitirá una ma- yor eficacia de sus sistemas de seguri- dad y un uso más racional de nuestra Fuerzas y Cuerpos de Seguridad S tes para la gestión como son los telé- fonos de los responsables o no facilitar las contraseñas de verificación a nuevos usuarios de los sistemas de seguridad. Aunque estas alarmas no acaben co- municándose a los cuerpos policiales, sí incrementan el volumen de señales que reciben las CRA. Concienciar al usuario Habitualmente, el usuario no ve más allá de cuánto ha tardado la CRA en lla- marle a sabiendas de que ha desco- nectado el sistema de seguridad y que la central ya ha recibido esa informa- ción. No es consciente que se pone en marcha toda una maquinaria que afecta a un equipo humano y que im- plica una serie de procedimientos de verificación que, habiendo procedido según la INT/316/2011, se acaba convir- tiendo en una “alarma confirmada” que deriva en el uso innecesario de unos recursos públicos tan preciados como son nuestras Fuerzas y Cuerpos de Se- guridad. Esto afectan, por un lado, a los costes directos e indirectos de la dota- sean trabajadores en empresas o comercios que suplen a los em- pleados de vacaciones. Incremento de uso de sistemas de seguridad en segunda residencia por uso vacacional o por familiares. Incremento de sistemas de seguri- dad perimetrales. Un aumento de las temperaturas ex- teriores: Los usuarios dejan el aire acondicio- nado en marcha para mantener ins- talaciones a temperatura de con- fort, dejando la alarma conectada. Los usuarios dejan animales de compañía dentro de las instalacio- nes con aire acondicionado para que no sufra las consecuencias del incremento de temperaturas, de- jando la alarma conectada. Activación de sistemas de seguri- dad dejando ventanas abiertas para ventilar. Condiciones climatológicas adversas: Activaciones accidentales de ele- mentos exteriores e interiores en episodios tormentosos con lluvia y viento, cada vez más frecuentes y extremos. Falta de mantenimiento, limpieza y conservación de zonas exteriores pro- tegidas. A estas causas hay que añadir la falta de colaboración del usuario por no co- municar a las CRA datos tan importan- Sería interesante que la Administración realizara campañas informativas dirigidas a los usuarios de los sistemas de seguridad

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