Seguritecnia 472

84 SEGURITECNIA Febrero 2020 Así opinan A día de hoy, los principales objetivos de la Asociación Nacional de Guardas Rurales (Anaguar) son la erra- dicación del intrusismo; la exclusividad laboral en el medio natural en las funciones del guarda rural; la conside- ración de agente de la autoridad en el horario laboral; la do- tación de más y mejores medios de defensa para el desarro- llo del servicio, y la aprobación del nuevo y esperado Regla- mento de Seguridad Privada. Para el desarrollo de este último existen varias peticiones de cara a mejorar el sector, como la posibilidad de contratación de guardas rurales por parte de otros compañeros autónomos por ampliación del servicio, además de otras condiciones. Nuestros retos Entre los retos a los que nos enfrentamos los guardas rurales está el mayor reconocimiento de nuestra figura, que en 2019 cumplió nada menos que 170 años, por parte de las autori- dades, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los ciudadanos. Sin duda, somos los grandes desconocidos y abandonados de la seguridad privada. Asimismo, el intrusismo creado por las figuras autonómicas (guardas de caza) y algunos ayuntamientos (guardería rural) provoca un gran daño por la usurpación de funciones y ocu- par el trabajo de los guardas rurales. Desde Anaguar luchamos contra el intrusismo laboral de- nunciando los casos en las reuniones en las que participan los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, los empresarios, las cooperativas agrícolas, los ayuntamientos y los sindicatos agrarios. Y divulgamos que la guardería rural es la única que puede realizar funciones de seguridad privada y vigilancia, además de sus funciones y el trabajo en colabo- ración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que conlle- van una bajada de la delincuencia considerable, algo que ha quedado demostrado en varias zonas. Por otra parte, se ha propuesto al Servicio de Protección y Seguridad (Seprose) de la Guardia Civil que el programa Coopera se amplíe a las provincias y comandancias princi- pales con la participación de toda la guardería y los coman- dantes de los puestos para que así exista una mejor relación y apoyo, aprovechando las reuniones para mejorar la forma- ción y profesionalidad del gremio. En cuanto al nuevo Reglamento de Seguridad Privada, después de cinco años en los que no ha sido aprobado, se- guimos sin saber si se va a modificar el último borrador del texto o se va a hacer uno nuevo. Esperamos que se ten- gan en cuenta nuestras peticiones para que el gremio de los guardas rurales pueda mejorar en lo relativo a una mayor protección y mejores condiciones operativas. De esta forma, podremos llevar a cabo nuestro trabajo por esos campos es- pañoles que tan abandonados están. Mención especial Para finalizar, también me gustaría hacer una mención espe- cial para esos compañeros que sufren agresiones y amenazas en zonas de marisqueo en Galicia por parte de los furtivos, en cotos de caza en tierras de Castilla por los galgueros furti- vos que se desplazan desde los poblados de la capital, en zo- nas de Andalucía y Extremadura en campañas de aceituna y almendra por ladrones de distintas nacionalidades, etc. A todos ellos, que demuestran una gran profesionalidad y valentía, les animo a que continúen con su labor. Y les re- cuerdo que algunos luchamos para que se mejoren esas condiciones de trabajo y para que tengan más apoyo de las autoridades. S Guardas rurales: los grandes desconocidos y abandonados de la seguridad privada Ángel Tejedor Presidente de la Asociación Nacional de Guardas Rurales (Anaguar)

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