Seguritecnia 477

SEGURITECNIA Julio-Agosto 2020 37 Protección contra incendios Periódicamente, debe considerarse, por tanto, no solo que el detector es ca- paz de responder al fenómeno físico o si el humo puede alcanzar la cámara, debe verificarse que la respuesta del detector se realiza en tiempos acepta- bles con densidades de humo estable- cidas. Solo un ensayo real de hogares tipo (como define la normativa) o limi- tado al tipo de carga de fuego del en- torno donde está instalado podría dar una idea precisa de la eficacia de sis- tema, incluso con el paso del tiempo y si los retrasos en la activación de los procedimientos de autoprotección ocu- rren con precisión y en los tiempos aceptable. Una demora de cinco minu- tos acumulado desde la ocurrencia del fuego hasta la intervención puede ser la diferencia entre la anécdota y el de- sastre. Con la inclusión de los sistemas de aspiración se definen nuevas clases de sensibilidad, las clases A, B y C, donde los fabricantes han propuesto solucio- nes diversas, como la inclusión de otras tecnologías que, en combinación de al- goritmos en la central o en el propio detector, pueden anticipar también su tiempo de respuesta procurando una fiabilidad aceptable. Con todo, el mayor esfuerzo se rea- lizó en el desarrollo de sistemas más fia- bles. Detectores más específicos que tiendan reducir el problema de las fal- sas alarmas. Sea por el tipo de regulación, sea por la cultura o tradición, en el resto de Eu- ropa existe una preocupación real por las falsas alarmas, sus costes y cómo es- tas perjudican a la fiabilidad y tiempo de respuesta. Estos han sido bastante activos relacionando el sistema de de- tección directamente con la interven- ción, han medido el efecto y los costes y, por ello, los propietarios y usuarios in- vierten más en la renovación o adop- ción de nuevas tecnologías. En España, las tecnologías combina- das son testimoniales, la renovación es comparativamente baja y se considera a los detectores meros interruptores bi- narios. La respuesta de los detectores se mide no solo en densidad de partícu- las, sino en tiempo de respuesta, y esta puede variar sustancialmente con el tiempo debido al desgaste de los com- ponentes o las condiciones ambientales. Se han incorporado algoritmos de compensación que mejoran la eficacia del detector durante periodos más lar- gos. Algunos sistemas miden el grado de compensación por suciedad, pero difícilmente resuelve el efecto del paso del tiempo sobre, por ejemplo, el LED emisor de luz o el condensador. la clase C se asocia a los niveles de sen- sibilidad de un detector puntual. Estas nuevas clases proveen anticipación en determinados usos críticos donde sim- plemente un detector puntual estándar tendría una respuesta muy tardía y por tanto sería ineficiente. En el pasado, los algoritmos decisorios para la detección se alojaban el equipo de control e indicación, central de incen- dios. El elemento de tratamiento de la in- formación se alojaba en la central. Con el tiempo esto exigía recursos y compro- metía la fluidez del sistema, por lo que, con la inclusión de controladores en los detectores se empezó a hablar de inteli- gencia distribuida. Hoy, los sensores proporcionan más información, se analizan más datos para la toma de decisiones, se incorporan más tecnologías. Es posible que otro tipo de sensores se incorporen en los sistemas de detección. Sensores prove- yendo gran cantidad de información.

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