Seguritecnia 479

44 SEGURITECNIA Octubre 2020 Opinión E n los centros sanitarios se pro- ducen, por desgracia, episo- dios frecuentes de violencia verbal y física contra personal sanitario o administrativo. A pesar de ser un pro- blema perfectamente identificado con graves connotaciones, la tendencia en estos últimos años es de crecimiento de un número de casos ya de por si exce- sivo, tal y como se desprende de varios estudios, entre ellos los de los observa- torios nacionales de agresiones a perso- nal sanitario de la Organización Médica Colegial (OMC) o del Consejo General de Enfermería (CGE). Ante esta situación, la Dirección de Prevención de Mutua Asepeyo, con el apoyo de las Direcciones de Asisten- cia Sanitaria y Prestaciones, en colabo- ración con Inés Dalmau, profesora de la Universidad de Barcelona, psicóloga del Servicio de Prevención Mancomu- nado del Hospital Sant Joan de Déu de la misma ciudad y experta en gestión de agresiones en centros sanitarios, han publicado la monografía Agresiones en centros sanitarios, además de un Resu- men de buenas prácticas frente a estas agresiones. Se pretende concienciar de la mag- nitud del problema y difundir buenas prácticas, sobre todo entre directivos, supervisores y personal con responsa- bilidades preventivas en dichos centros, con el ánimo de impulsar desde los ór- ganos de decisión las medidas que ayu- den a paliar estas situaciones que impo- sibilitan escenarios de bienestar laboral. Las medidas pasan indefectible- mente por la sensibilización y motiva- ción de los equipos directivos y de su- pervisión, así como por la formación adecuada tanto del personal sanitario como administrativo, que debería ser capaz de desescalar y acometer con se- renidad situaciones de tensión a las que se ve enfrentado. La monografía presenta los concep- tos básicos (violencia, acoso, agresión…), los factores de riesgo, el contexto le- gal y prestacional actual, así como algu- nas de las principales estadísticas y regis- tros de agresiones que hay en España y Europa, haciendo especial hincapié en cómo actuar frente a estas situaciones, detallando las medidas adecuadas antes, durante y después de la agresión, que se enumeran a continuación: Buenas prácticas ante una posible agresión: Formar a los trabajadores para que sepan qué hacer si son víctimas o tes- tigos y cómo protegerse a sí mismos. Desarrollar un sistema de notificación de incidentes violentos. Si es posible, proteger el lugar de trabajo con cámaras de vídeo, alarmas y control de accesos, donde sea apropiado. Dotar al personal que lo necesite de dispositivos de comunicación y alar- mas de accionado fácil. Conocer la lo- calización y mantener contacto fre- cuente. Dotar de información a los profe- sionales afectados sobre dónde y cuándo se deben dirigir ante un inci- dente y qué personas pueden actuar en estos casos. Limitar la cantidad de efectivo dispo- nible, custodiar de forma adecuada bienes deseables: medicamentos, se- llos, llaves, etc. Indicar a los empleados que no de- ben actuar en lugares en los que no se sientan seguros, previo aviso al su- perior jerárquico. Facilitar directrices para el servicio a domicilio. Siempre dar la información institu- cional necesaria y adecuada a los pa- cientes. Buenas prácticas durante una agresión: Detectar indicadores de riesgo de conducta violenta y conocer antece- dentes. Mantener la calma y no responder a las provocaciones. Mantener un tono neutro, correcto y profesional, comprensivo pero firme. Intentar conseguir un tono de diá- logo reorientando la conversación. Hacer un contra balance emocional y evitar minimizar las quejas. Reconocer las posibles deficiencias propias y de la organización. Si no está justificado desde un punto de vista clínico, evitar aceptar sus de- mandas. Si fuese preciso, interrumpir la activi- dad dando por acabada la conversa- ción hasta que la situación esté con- trolada. Valorar si es necesario avisar a otros profesionales del centro o personal de seguridad. Tomar precauciones, evitar tener ob- jetos punzantes o contundentes a mano, así como la proximidad física excesiva. Evitar el contacto ocular prolongado, movimientos bruscos y dar la espalda. Prever un camino de huida así como la cercanía del dispositivo de alarma. Buenas prácticas tras una agresión: Proporcionar atención sanitaria rá- pida, valorando los daños físicos y psí- quicos. Investigar todos los incidentes, hacer seguimiento e implementar acciones correctivas. Director de Planificación y Control en la Dirección de Prevención de Asepeyo Toni Perramon Lladó Con la colaboración de Buenas prácticas frente a agresiones en centros sanitarios

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