Seguritecnia 480

54 SEGURITECNIA Noviembre 2020 Seguridad en servicios esenciales S i algo ha puesto de relieve la pandemia que estamos su- friendo y el estado de alarma al que nos vimos abocados en la primera mitad de este año, es que hay más in- fraestructuras, servicios y empresas que podemos definir como esenciales o crí- ticas de las que inicialmente teníamos catalogadas como infraestructuras crí- ticas. Es decir, nuestra sociedad y estilo de vida dependen de que funcionen de manera simultánea y armónica un número diverso de servicios públicos y privados, evitando que se produzcan caídas en cadena colaterales a nivel lo- cal, regional e incluso en países fronte- rizos, provocando situaciones reales de emergencia vital para las personas. Cuando hablamos de infraestructu- ras críticas, a todos nos vienen a la ca- beza las siguientes: instalaciones de producción y distribución de electrici- dad, agua, gas, combustibles, etc.; siste- mas de telecomunicación, operadoras, medios de comunicación, radio, TV, etc.; medios de transporte de mercancías y pasajeros, puertos, aeropuertos, ferroca- rriles, etc.; y agencias y servicios guber- namentales, defensa, seguridad pública, emergencias, judicatura, sistema peni- tenciario, educación, sanidad… Sin embargo, a estas podemos sumar otras aparentemente no tan críticas, pero imprescindibles como las primeras para mantener nuestro estado de bien- estar. Algunos ejemplos son la cadena de producción y distribución de alimen- tos, medicamentos y otros productos manufacturados de primera necesidad; la banca y medios de pago; o la gestión de los residuos sólidos urbanos. La pandemia también nos ha ense- ñado que, si bien podíamos tener iden- tificados ciertos riesgos como ataques terroristas, ciberataques o ciberespio- naje, una crisis sanitaria como la actual (que en principio era poco más que una gripe) hace que los pilares de nues- tro estado del bienestar se tambaleen y nuestro PIB se reduzca previsiblemente este año entorno a un 12 por ciento. Todo ello de golpe, sin un sistema de alerta temprana que nos hubiese per- mitido prepararnos, dado que no existía un histórico a la situación actual ni un modelo del que partir. Si bien una gran parte de la responsa- bilidad de todos estos aspectos relacio- nados con la Seguridad con mayúsculas recae en las administraciones públicas, como garantes de la seguridad nacio- nal e individual. Estas ejercen esa res- ponsabilidad bien implantando medi- das y mejoras tecnológicas en sus áreas de competencia o bien en su papel de legislador y regulador para que dichas medidas se desplieguen también en la actividad privada. Al respecto, desde el ámbito de las tecnologías de la infor- mación y de la comunicación podemos afirmar que en este momento la inver- sión en soluciones de tecnologías avan- zadas es clave para la consolidación de barreras de contención ante las nuevas amenazas y vulnerabilidades. En la fase post-covid, será preciso ha- cer las cosas de forma diferente. A las amenazas clásicas habrá que sumar los aprendizajes de esta emergencia sa- nitara en la que, por ejemplo, las nue- vas tecnologías de comunicación móvi- les inalámbricas de tipo individual para personal de emergencias y de seguri- dad (como son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías auto- nómicas, policías locales, policías por- tuarias, vigilancia aduanera y seguridad privada), son determinantes para la se- Francisco Javier Pérez Consultor Senior de Sistelec Telecomunicaciones Soluciones de comunicación móviles para infraestructuras críticas

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