Seguritecnia 489

Control y gestión de alarmas ridad privada para poder ofrecer servi- cios complementarios, bajo un prisma de seguridad integral, entendiéndose esta como la solución efectiva a las ne- cesidades de los clientes y como la res- puesta adecuada a los actuales riesgos e incidencias de seguridad. Seguridad integral Como se ha desarrollado ampliamente en los últimos años, la seguridad inte- gral, incluyendo los eventos de ciberse- guridad, ofrece los procedimientos que integran todas las señales en un proceso de verificación completo para entender qué está sucediendo realmente durante la incidencia y se actúe de manera efi- caz a través de los medios del cliente, de la CRA y de las FCSE. Por contra, la definición de las activi- dades complementarias y las alarmas móviles carece de un desarrollo comple- to e incluso depende de otras normati- vas específicas de otros ámbitos. Es el caso del RIPCI, que especifica la transmi- sión de las señales de instalaciones de protección contra incendio. Si entendemos la CRA como el cen- tro de seguridad más adecuado para el tratamiento de todas las señales de seguridad (las fundamentales de segu- ridad privada, las complementarias, las móviles y muchas otras), sería positivo para el sector que no existan alternati- vas de gestión y tramitación con FCSE, cuando a la práctica existe una alta pro- babilidad de que, tras una señal técnica, de incendio o de hombre caído, haya la consecución de un delito. O incluso si no lo hubiera, al fin y al cabo estamos tra- tando una incidencia de seguridad don- de bienes y personas de manera directa o indirecta pueden estar en peligro. A nuestro entender, se debería considerar la CRA como el centro de servicios mejor preparado para gestionar todo tipo de incidencias de seguridad. Arquitectura La arquitectura más habitual que pode- mos encontrar en una CRA es resultado de la evolución natural de estas empre- sas. Unas compañías que iniciaron su negocio con la recepción de señales a través de sistemas de comunicación mó- dem, recibiendo señales punto a punto que se identifican por una sencilla codi- ficación (estándares C-ID, SIA…). A con- tinuación se incorporó la verificación de vídeo y la transmisión de las alarmas por IP sobre líneas GPRS, ADSL y más tarde fibra óptica, siendo también comunica- ciones a primera vista entendidas como punto a punto; aunque no es así porque los operadores de telecomunicación tie- nen arquitecturas de red con complejos sistemas de enrutamiento. Por otro lado, el software de gestión de la CRA está conectado a una receptora o pasarela software del fabricante que, a su vez, está conectado a una dirección IP pública y puerto del router o tarjeta SIM del cliente. Esa comunicación es re- dirigida a la dirección IP privada y puerto del panel de alarma o sistema CCTV. Es decir, hasta este punto, la arquitectura de la CRA pretende ofrecer comunica- ciones lo más directas posible con los equipos del cliente. A día de hoy, estas comunicaciones son las más visibles y evidentes para que sean interceptadas, bloqueadas e incluso utilizadas como acceso a otros sistemas informáticos. Esta arquitectura de sistemas, posi- blemente, es la que disponen muchas empresas porque es el resultado de la progresión de la tecnología, que se ha ido adoptando a lo largo de los años a través de diferentes etapas de inversión en activos informáticos y de comuni- cación. Esta inversión obligada para ser competitivos debe ser amortizada, lógicamente, mediante la venta de co- nexiones de sistemas de seguridad o de otra índole. Si no se incorporan más elementos a esta ecuación, la CRA solo puede sobrevivir a partir de un determi- nado tamaño, ya que existe un factor en contra en el sector que es el precio de mercado de las conexiones. Un factor, a mi entender y el de muchos actores del sector, que no se encuentra alineado con las posibles consecuencias de errar en el servicio; a diferencia de las primas / Septiembre 2021 29

RkJQdWJsaXNoZXIy ODM4MTc1