Seguritecnia 494

/ Marzo-Abril 2022 106 Opinión E l diario El Economista , el 22 de mayo de 2013, bajo un titular que rezaba “Ra- joy crea un CNI económico para defender a las empresas en el ex- terior”, explicaba lo siguiente: “Detectar y prevenir actuaciones contrarias a los in- tereses de España y sus empresas [...] es la principal misión que el Gobierno enco- mendará al nuevo Sistema Nacional de Inteligencia Económico (SIE), organismo cuya creación se enmarca dentro de la Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización, que el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobará previsiblemente este viernes o, a lo más tardar, en el úl- timo Consejo de Ministros de este mes.” Dejando aparte algunas apreciacio- nes no del todo correctas del señor Tri- per, autor del artículo (como que el sis- tema hubiera de ser “un organismo” o alguna pequeña errata), la noticia era de especial relevancia para el tejido empre- sarial español por cuanto suponía poner en marcha una capacidad largamente echada en falta por todos cuantos es- taban al tanto de iniciativas similares en países de nuestro entorno, que se habían demostrado altamente positivas. Estas referencias se esgrimían ya dos años antes cuando, plenamente inmer- sos en la crisis económica desatada por la caída de Lehman Brothers, en 2008, veía la luz la Estrategia Española de Seguridad (EES), primer documento de esta naturaleza en España, publicado por el Gobierno del presidente Rodríguez Zapatero y muñido por Javier Solana. En él se señalaba la necesidad de contar con un SIE en España, “en consonancia con lo hecho por otros países”. Bajo el título “Otras iniciativas”, la EES dejaba muy claro que, “para garanti- zar nuestra seguridad”, se ponían en marcha “algunas iniciativas operativas concretas”, entre las que se encontraba: “Desarrollo de un Sistema de Inteligencia Económica, en colaboración con el sec- tor privado, para la obtención y análisis de información económica, financiera y empresarial relevante para la seguridad, que permita detectar y prevenir actua- ciones contrarias a nuestros intereses y apoyar la acción del Estado y una mejor toma de decisiones en este ámbito”. Sin embargo, las previsiones de la EES no se pudieron llegar a materializar por cuanto las elecciones de noviembre de 2011 trajeron consigo el cambio del par- tido en el Gobierno, que pasó de manos socialistas a las de los populares. Con ello, se produjo un cambio de estrategia en la materia, como vino a explicitar in- dubitadamente la publicación, en mayo de 2013, de la Estrategia de Seguridad Nacional (ESN), la cual, aunque de una forma un tanto confusa, recogía igual- mente la figura y necesidad del SIE. Las expectativas creadas de que el SIE se hiciera realidad en una situación tan complicada como la que España y mu- chos otros países estaban atravesando eran muy altas. Sin embargo, el reloj si- guió corriendo y nada se hizo realidad, como atestiguaba el clarividente artículo firmado por Eduardo Olier Arenas “¿Es España un país sin influencia? Hay que reforzar la Inteligencia Económica. Más allá de la Marca España, se necesita un Sistema de Inteligencia Económica”, publicado en El Economista el 13 de septiembre de 2013, cuyo título da una exacta idea de su contenido. El SIE “desaparece” La única noticia que se produce respec- to al SIE hasta la publicación de una nueva edición de la ESN, en diciembre de 2017, vino de la mano del entonces director general de Comercio Internacio- nal e Inversiones del Ministerio de Eco- nomía, quien, en mayo de 2015, declaró en una jornada que el Gobierno “aplaza- ba” la creación del SIE al menos hasta la siguiente legislatura. A la vista de la tendencia descrita, no debería sorprender al lector saber que, a pesar de todo lo dicho y prometido en diferentes ocasiones, en esta última Inteligencia en la empresa: Inteligencia Económica, ¿para cuándo? V alentín M artínez V alero S ocio de INT3+ C onsulting

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