Seguritecnia 496

/ Julio-Agosto 2022 248 Expertos “Necesitamos profesionales de seguridad que conozcan la complejidad de una instalación sanitaria” Fernando Bocanegra Director de Seguridad Corporativa del Servicio Madrileño de Salud L a pandemia ha supuesto un profundo cambio de los parámetros con los que trabajábamos en el sector de la seguridad, y si cabe aún más, en las organizaciones que se dedican a la asistencia sa- nitaria. Debemos profundizar en el desarrollo tecnológico de una política de control de accesos, de protección de aparatos sanitarios (endoscopios, ecógrafos...) y demás recursos de la telemedicina. Así como mejorar nuestras relaciones con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el tratamiento de imágenes y datos, tan sensibles en nuestro sector, y en de- finitiva la implantación una cultura de la seguridad en todas nuestras organizaciones que afecte tanto al personal sanitario como no sanitario: pacientes, proveedores, visitantes, etc. Por otro lado, vamos a tener que afrontar importantísimos retos en los servicios autonómicos de salud. La asistencia y la hospitalización domiciliaria van a suponer una profunda trans- formación de la manera de organizar los servicios de asistencia sanitaria, donde serán necesarias inversiones en el aspecto asistencial y en el de garantizar la seguridad de los profesiona- les sanitarios. Y para esta importante tarea necesitamos profe- sionales de la seguridad (directores, vigilantes, técnicos) forma- dos y que conozcan la complejidad de una instalación sanitaria. En definitiva, estoy convencido de la importancia y de la in- cidencia de la seguridad en el sector salud. “Aunque haya menos vigilantes, han de estar más especializados y preparados” María del Mar Jiménez Directora del Área de Servicios y Seguridad de Unicaja Banco L os factores determinantes en el futuro de la se- guridad privada son, sin duda, la innovación y el desarrollo tecnológicos, unidos a la necesidad de innovación legislativa. La innovación comprende nuevos conceptos de seguridad, formas de organizarla y aplicaciones técnicas. No obstan- te, hay que subrayar que estas tecnologías de la seguridad, aunque cada vez son más fiables y económicas, no suplen al factor humano, progresivamente más escaso y caro. Por ello, aunque haya menos vigilantes, han de estar más especiali- zados y preparados. Asimismo, es primordial el avance de la legislación, que debe ampliar los perímetros actuales que se engloban dentro de las funciones de seguridad privada. Por ejemplo, los nuevos sistemas domóticos integran y gestionan sistemas diferentes de un hogar, como la tempe- ratura, la iluminación, la videosupervisión de niños o las alar- mas antirrobos. Y la información que procesan puede tener múltiples aplicaciones dentro de la seguridad. Precisamente, estos sistemas son capaces de comunicarse con centrales de alarma, que a su vez pueden recibir y gestionar información procedente de diversas fuentes. Pero el problema se plantea cuando, en contra de la tendencia a la integración de siste- mas y funciones, la legislación de seguridad privada insiste en separar las funciones de seguridad de esas otras cuestiones.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz