Seguritecnia 497

Seguridad en centros hospitalarios en todo el territorio nacional, a pesar de que la información no es homogénea. En ese documento se pone de mani- fiesto que, durante 2019, se notificaron 10.450 agresiones en el conjunto del Sistema Nacional Sanitario; mientras que en 2020 fueron 8.532. Obviamente, el periodo de confinamiento por la pan- demia puede explicar este descenso. Más aún cuando en el último informe presentado por el interlocutor policial sa- nitario de Policía Nacional, que recoge el número de situaciones de este estilo que se traduce en denuncia por parte de los profesionales sanitarios, afirma que el número de denuncias por estos comportamientos también disminuyó en 2020 respecto a 2019. No obstante, según el último informe presentado por esta figura policial, en 2021 las denun- cias aumentaron un 14 por ciento, retor- nando a cifras prepandémicas. En este sentido, es importante tener en cuenta que el número de denuncias es sensiblemente inferior a las notifica- ciones de agresión. Son múltiples las po- sibles causas de esta brecha y deben ser convenientemente analizadas. Un dato a destacar es que el 48 por ciento de las denuncias se corresponde con agresio- nes físicas. Agitación psicomotriz Quiero resaltar la importante labor de formación que lleva realizando la Policía Nacional con distintos profesionales de la salud y que nos ayuda de manera efi- caz en la concienciación sobre la nece- sidad de interponer la denuncia corres- pondiente ante estos hechos. Pero trabajando en un medio como el sanitario, en mi caso concretamente en salud mental, conviene diferenciar lo que es comportamiento antisocial o de- lictivo de una agitación psicomotriz. Una definición de la agitación psicomo- triz sería: un aumento de actividad mental y física que puede llegar a ser desorde- nada e incontrolable y, por lo tanto, pe- ligrosa para el individuo que lo sufre y para los demás. Sus causas pueden ser de origen orgánico (como el delirium , las intoxicaciones de drogas y/o alcohol o el síndrome de abstinencia) o no orgánicas (como la producida por causas psiquiátri- cas o como reacción a un estrés agudo). La agitación psicomotriz representa un grave problema para el paciente, para los familiares, los acompañantes, el personal sanitario y el entorno en general. Es una urgencia sanitaria fre- cuente, importante y de consecuencias potencialmente graves. Su manejo pre- senta ciertas dificultades, ya que, por lo general, son pacientes escasamente colaboradores. Persona agitada y violenta Es importante resaltar que no todas las agitaciones tienen un carácter hostil. Una persona agitada no debe confundir- se con una persona violenta. En el vio- lento, lo característico es la agresividad, hostilidad y brusquedad, lo que genera un problema de orden y de la seguridad en el personal del entorno. La frontera entre uno y otro es difícil de distinguir, ya que el paciente agitado se puede mani- festar como nervioso, eufórico, colérico... Obviamente no son cuadros excluyen- tes. Un paciente violento puede presen- tar agitación psicomotriz, y viceversa, un paciente agitado puede mostrarse violento o agresivo. Pero la intervención ante una persona violenta y la de una persona con una agitación psicomotriz deben ser distintas. Concienciación Las agresiones en centros de salud men- tal y unidades de psiquiatría supusieron el 11 por ciento del total en 2019 y un nueve por ciento en 2020. Esto significa que son los dispositivos sanitarios con menor peso porcentual en el total de agresiones, muy por debajo de las con- sultas, la hospitalización, la admisión y/o puntos de información y las urgencias. Son diversos los factores que pueden explicar esta menor incidencia, pero el hecho de que exista una mayor concien- ciación en cuanto a los beneficios de las medidas de seguridad, tanto para los pa- / Septiembre-Octubre 2022 53

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