Seguritecnia 498

/ Noviembre-Diciembre 2022 82 Opinión T odos recordaremos lo que supuso la pandemia en lo personal y en lo profesional: una revolución de cambios inimaginable. Las pandemias son objeto de estudio y preparación en continui- dad de negocio desde hace décadas. Recuerdo participar en una conferencia sobre esto en 2009 y después, gracias a Continuam (Instituto de Continuidad), en otras sobre la gripe aviar y la gripe A. No sirvió y nos dimos de frente con la realidad sin apenas preparación. La ruptura con el pasado fue tal que el paradigma del empleo presencial se rompió, y lo que para muchas empresas era imposible, inaceptable y hasta ingo- bernable, se volvió posible, aceptado y controlable. Aprender a hacer pan En esas fechas muchos aprendimos co- sas inimaginables, como hacer pan en casa. Poco a poco mejoramos la técnica para salir del paso. En el mundo corpo- rativo, muchos aceptaron que las crisis existen y que ocurren a todos por igual. El drama de la situación, junto con la lu- cha por acceder a los mismos recursos en competencia clara con otras com- pañías, hizo que muchas tuvieran que aprender a “hacer pan”. Por desgracia, la mayoría de organi- zaciones no estaban suficientemente digitalizadas como para implementar el teletrabajo de un día para otro, o por su actividad era imposible. La gestión de crisis también estaba pendiente de digi- talizarse, por lo que hubo que aprender a “hacer pan”. La solución más a mano fue mantener la comunicación de cri- sis sobre las plataformas disponibles: Teams, Meet o, en el peor de los casos, WhatsApp. Finalmente, aceptamos que todos so- mos vulnerables y que las desgracias, a veces, no vienen solas. Beneficiándose de la pandemia, se incrementaron los ciberataques y las estafas cíber. La crisis sanitaria también perjudicó la cadena de suministro, y el bloqueo del Canal de Suez, aunque no tuvo relación con la pandemia, dio como resultado la acu- mulación de dos crisis. Todos conoce- mos más ejemplos. En definitiva, las crisis existen y se pue- den solapar. Este despertar a una reali- dad difícilmente aceptada previamente conlleva que no podemos aprender a hacer pan continuamente, sino que, como las buenas prácticas recomien- dan, es necesario prepararse. Crisis a cámara lenta Una crisis es un evento o situación ne- gativa que afecta, o amenaza afectar, a personas (partes interesadas), medio ambiente, operaciones empresariales, reputación y/o resultados de la organiza- ción a largo plazo. Es un acontecimiento negativo que detendrá en cierta medida la actividad habitual, que requerirá aten- ción inmediata y la orientación de los directivos. Las crisis tienen unas características que podemos enumerar: Son difícilmente predecibles y gene- ran retos extraordinarios y no planifi- cados. Son repentinas o progresan gradual- mente desde un incidente no contro- lado. Requieren una respuesta urgente y, habitualmente, un tiempo prolongado para minimizar el daño. Por su impacto, son complejas y dan lugar a una fuerte incertidumbre. Dada su visibilidad, generan interés mediático y suponen una amenaza reputacional. Tienen difícil solución mediante los planes y procesos predefinidos por la organización. Requieren una estrate- gia creativa, flexible, dinámica y sos- tenida. Es fácil relacionar cada característica anterior con la pandemia. No obstante, esta ha sido especial: ha sido una crisis Aprender a hacer pan. Lo que desaprendimos durante la pandemia J uan M anuel G il B ote M anaging D irector I beria -L atam de F24

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