Seguritecnia 511

/ Enero-Febrero 2025 64 Opinión varían, desde el uso de explosivos y gas hasta la extracción forzada mediante vehículos de gran potencia. Este tipo de delitos no solo genera pérdidas eco- nómicas para las entidades bancarias, sino que también provoca alarma social y daños estructurales a oficinas banca- rias y comercios cercanos. Los ataques con explosivos, en parti- cular, han sido motivo de gran preocu- pación. Este método no solo permite el acceso rápido al efectivo, sino que tam- bién ocasiona daños materiales severos y pone en riesgo la seguridad de las per- sonas en las proximidades. Las autori- dades han reforzado las investigaciones y la cooperación internacional para des- mantelar estas redes criminales, pero la necesidad de medidas preventivas más eficaces es evidente. Además, el impacto de estos ataques va más allá de la banca. Comercios cer- canos y residentes pueden verse afec- tados por la violencia de estos robos, lo que genera un clima de inseguridad en la comunidad. La percepción de riesgo también influye en la confianza del pú- blico en los sistemas de autoservicio, lo que podría reducir el uso de los cajeros automáticos si no se implementan solu- ciones de protección efectivas. Implantación de medidas Ante el incremento de los ataques, se hace imprescindible la implementación de sistemas de protección avanzados que minimicen tanto la posibilidad de robo como los daños colaterales. La seguridad en los cajeros automáticos debe abordarse desde un enfoque in- tegral que contemple la disuasión, la resistencia estructural y la rápida res- puesta ante incidentes. Es fundamental que las entidades bancarias inviertan en soluciones tec- nológicas que impidan la extracción del dinero, dificulten la destrucción del ca- jero y minimicen los daños a la infraes- tructura circundante. Asimismo, la cola- boración con las Fuerzas de Seguridad y la actualización constante de protocolos de actuación son esenciales para con- trarrestar estas amenazas. Medidas de protección Para reducir los riesgos asociados a los ataques a cajeros automáticos, existen diversas medidas de protección que vie- nen demostrado ser efectivas. Cajeros con refuerzos blindados: uso de estructuras metálicas resistentes que dificultan la apertura forzada del dispensador de dinero. Anclaje reforzado: estructuras de fi- jación que dificultan la extracción del cajero mediante vehículos de gran potencia. Coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: protocolos de respuesta inmediata y patrullaje en zonas vulnerables pueden reducir la incidencia de ataques. No basta con proteger el cajero auto- mático; es crucial minimizar los desper- fectos que los ataques pueden generar en las oficinas bancarias y su entorno. Muchas entidades han reforzado sus infraestructuras con la solución NoCash que absorbe el impacto de explosiones y evita el colapso de estructuras, siendo un éxito rotundo. Eficacia con NoCash En este sentido, Saima lleva desarrollan- do desde hace muchos años dicha so- lución, NoCash, para reducir los riesgos asociados a ataques mediante explosi- vos, corte y arrancamiento. En su última versión, su diseño es más eficaz y livia- na y sigue evolucionando según las ne- cesidades del mercado para disminuir los nuevos riesgos contra ataques a sis- temas de almacenamiento de efectivo.

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