Seguritecnia 512

/ Marzo-Abril 2025 30 Defensa y Seguridad Con la aparición de la inteligencia artificial, no es la primera vez que se introduce un nuevo reto tecnológico en las Fuerzas Armadas El quinto dominio y su total vigencia D e entre todos los dominios operativos (terrestre, marí- timo, aéreo y espacial), el quinto pertenece a nuestro ámbito de responsabilidad y ejecución. Sus efectos tienen lugar permanente- mente en las redes, en todo lo que nos rodea; y es que el ciberespacio nunca descansa. En consecuencia, el principal reto que marca la agenda de nuestro Mando Conjunto del Ciberespacio es la persistencia de la amenaza. Nuestros adversarios utilizan múltiples herramientas de bajo coste para amena- zar a nuestra infraestructura virtual, con la esperanza, en muchas ocasiones, de alcanzar y afectar de forma sensible el espectro físico de nuestra realidad. Los efectos de un ciberataque se pueden sentir en el sistema sanitario, económico y, en consecuencia, en lo social. Atentan directamente contra las raíces de nuestra sociedad, contra nuestros valores y dere- chos; es decir, contra nuestra razón de ser: nuestra democracia. Además, el al- cance y los efectos derivados de un cibe- rataque suelen ser transversales y estruc- turales; nadie está libre de sus efectos ni de convertirse en un vector involuntario que extienda una perniciosa infección que convierta a inocentes en promotores del ciberataque. Existen, además, amenazas que pue- den tornarse en una oportunidad. Este es el caso de la inteligencia artificial (IA), que eleva a nuevas cotas las capacida- des de aquellos contendientes que estén abocados a enfrentarse en un escenario de carácter híbrido. La velocidad operati- va, la capacidad de adaptación y las po- sibilidades de penetración en un sistema se multiplican, pero también lo hacen nuestras posibilidades para garantizar el cumplimiento de la misión: proteger la li- bertad de acción de las Fuerzas Armadas en el ciberespacio. Adaptación y cooperación Con la aparición de la IA no es la primera vez que se introduce un nuevo reto tec- nológico en las Fuerzas Armadas ni en la sociedad. Nos podemos remontar al des- cubrimiento del fuego o del hierro, o a la invención de la máquina de vapor o de la energía atómica; nuestra única oportuni- dad es adaptarnos, abrazar estas nove- dades, aprender a utilizarlas y desarrollar su potencial en nuestro beneficio. No podemos obviar el cambio de era que tenemos el privilegio de vivir. No somos solo personas, somos seres hí- bridos, parte real y parte digital, unidas e hiperconectadas, para lo bueno o lo malo. Este quinto dominio, tan extenso, lleno de oportunidades y amenazador al mismo tiempo, alcanza una ratio de ex- pansión tal, que solos, aislados, no pode- mos abarcar el amplísimo rango de pe- ligros que de éste derivan. Por ello, una de nuestras mejores bazas es la coope- ración y el trabajo conjunto-combinado. Contamos con aliados, tanto nacionales como internacionales, que acaban con- virtiéndose en amigos y socios dispues- tos a compartir información y esfuerzos, bien conscientes de nuestras necesida- des compartidas. Y este camino, el de la colaboración honesta, además del de- sarrollo del capital humano (factor clave para garantizar el éxito), es el que nues- tro Mando transita cada día. Porque no debemos olvidar algo que es la esencia de nuestra sociedad, de nuestra manera de vivir: las personas. Y cuanta más tecnología aparezca en nuestras vidas, más importante será la relevancia del ser humano. E nrique P érez de T ena R esponsable de la O ficina de R elaciones I nstitucionales del M ando C onjunto del C iberespacio

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