Seguritecnia 512
/ Marzo-Abril 2025 32 Defensa y Seguridad E l desarrollo y uso de la tec- nología en los conflictos es uno de los principales factores que determinan la adaptación al cambio. La seguridad y la defensa se encuentran en un momento crucial influido por el definitivo colapso del marco de alianzas heredado de la Guerra Fría y donde las naciones se ven abocadas a aumentar su capacidad de disuasión para mantener la credibilidad y el respeto en el nuevo tablero geopolítico. España ya está evolucionando de mane- ra decidida en proporcionar un marco de desarrollo de capacidades acordes con su responsabilidad internacional, con su industria de defensa y con los desafíos de un orden mundial incierto. En este contexto cambiante, la trans- formación digital y el desafío tecnoló- gico que nos rodea han supuesto un factor disruptivo que se ha acelerado por los recientes conflictos, que han puesto de manifiesto la modernización de los enfrentamientos y la dependencia de la tecnología que esto supone. Los nuevos dominios Ante esta nueva circunstancia, el reto es anticiparse a las nuevas amenazas de una manera efectiva, en un escenario de cambio que abarca todos los dominios de combate. Y no solo eso, sino saber coordinar las capacidades en tiempo real en estos escenarios cambiantes y con respuestas adaptadas a la amenaza, de manera que sea posible tener una ver- dadera conciencia situacional mediante unos sistemas tecnológicos avanzados. Aunque todos los dominios de combate involucran tecnología, los nuevos, el cibe- respacio y el cognitivo, son virtuales y na- tivos digitales frente a los otros dominios físicos: terrestre, marítimo, aéreo y espa- cial. Es en estos nuevos dominios donde se centran los mayores retos, sin olvidar que la infraestructura de comunicaciones debe dar soporte y resiliencia a todos ellos. Por tanto, el dominio cibernético actúa en realidad como dominio horizon- tal y soporta la integración de todos los demás. La combinación de operaciones en este nuevo entorno precisa una coor- dinación de información que facilite y me- jore una toma de decisiones efectiva y un mando y control coordinados entre ellos. Hay que tener en cuenta también el reto que supone adaptarnos al concepto de las operaciones multidominio (MDO) que, en el marco de la OTAN, suponen una integración efectiva de fuerzas junto con capacidades de alto nivel tecnológi- co como defensa integrada aérea y anti- misil, operaciones cibernéticas, mando y control, comunicaciones, sistemas de in- teligencia, indicios y alertas, guerra elec- trónica y capacidades espaciales. En de- finitiva, una integración sin precedentes de capacidades, pero en último término, operaciones conducidas por datos que viajan por la red. Esta adaptación solo es posible mediante la creación de una infraestructura de red robusta, resiliente, segura y con mínima latencia que per- mita sobre ella dar soporte digital a las MDO y que implementen un C2 efectivo. Nube de combate Aquí aparece, por tanto, uno de los nue- vos conceptos derivados de la integra- ción digital de las capacidades militares que es la nube de combate. Hablamos de una infraestructura de red esencial que garantiza el intercambio de informa- ción en tiempo real de manera segura, continua y descentralizada, y que va a ser el centro de gravedad de cualquier fuerza operativa, y, por tanto, un ele- mento crítico cuya vulnerabilidad com- promete todas las operaciones. Sobre este concepto pivotan las operaciones MDO mencionadas anteriormente, que a su vez se alimentan, entre otras co- sas, de medios ISR para obtención de inteligencia, vigilancia y reconocimiento que proporcionan el contexto de datos necesario para la toma de decisiones. Estamos, pues, en una fase muy avanza- da de tener una infraestructura de nube Retos tecnológicos para la defensa de España en la era digital M iguel R odríguez A rtacho S ubdirector académico en el I nstituto U niversitario G utiérrez M ellado
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