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SEGURITECNIA Octubre 2017 91 Artículo Técnico serían la selección racional y lógica en los grupos de menor tamaño y meno- res capacidades operativas. Ello nos lleva de vuelta a la consideración de los cambios estructurales sufridos por organizaciones como al-Qaeda e im- plementados por algunas de sus es- cisiones, especialmente el Estado Islá- mico, pero también a la inclusión de categorías como son los denominados lobos solitarios. El 11 de septiembre de 2001 pro- vocó una respuesta internacional frente al terrorismo yihadista que, si bien no condujo a la neutralización del fenómeno, sí contribuyó a provo- car un cambio estructural en la orga- nización de al-Qaeda, que entre 2001 y 2011, y a pesar de contar con polos de atracción como la guerra de Iraq, vio reducido el flujo de foreign fighters que lograban alcanzar los territorios bajo su control. Para paliar ese debilitamiento debieron diseñarse nuevas estrategias de ataque, forjándose una nueva doc- trina adoptada de forma intensiva por el Estado Islámico, como es el uso de los lobos solitarios o yihadistas indivi- duales. Dicha doctrina, cuyo precur- sor puede considerarse a Mustafa Set- marian (alias Abu Musa al-Sury) 4 , uno de los principales teóricos de al-Qaeda, tiene su base en la teoría de la “resis- tencia sin líder” de Louis Beam, y se fundamenta en la idea de que, para burlar las medidas de seguridad de los Estados y minimizar las posibilidades de que las células operativas sean neu- tralizadas, dichas células deberían li- mitarse a un solo individuo, vinculado a la organización tan sólo por la ideo- logía, mientras que aspectos operati- vos y técnicos serían resueltos a través de propaganda y el know-how com- partido. El concepto de Beam, acuñado durante los años ochenta, adolecía de fallos en estas cuestiones logísticas y operativas, problema que, no obstante, para 2001 estaba resuelto a través del uso de Internet, y que para 2010, fe- cha de publicación del primer número de Inspire , la revista de al-Qaeda que re- cogía el famoso artículo “How to Make a bomb in the kitchen of your Mom”, quedaba en gran medida solventado a través de su distribución masiva por In- ternet a través de redes sociales y foros. Esta reformulación organizativa tiene también su traducción operativa y en términos de selección de objeti- vos. Habida cuenta de que la figura del lobo solitario –sea de naturaleza yiha- dista o no– carece de vinculación de hecho con la organización, no hay una jerarquía clara que determine los obje- tivos a atacar. Nuevamente, este pro- blema se ha subsanado a través tam- bién de los órganos propagandísticos de al-Qaeda, especialmente la serie de artículos en Inspire del propio al-Sury, y del Estado Islámico a través tanto de sus revistas Dabiq primero y Rumi- yah después como de su aparato de propaganda audiovisual. El denomina- dor común, nuevamente, de los objeti- vos sugeridos son los lugares que me- jor representan el modo de vida occi- dental, aquéllos con gran afluencia de público y reducidas medidas de segu- ridad: en otras palabras, los objetivos blandos. Y puesto que la nueva estruc- tura de las organizaciones terroristas reduce las posibilidades de entrena- miento militar clásico, son los propios órganos de propaganda los que pro- porcionan el conocimiento necesario a nivel táctico: desde cómo implementar el ciclo de preparación del ataque te- rrorista a cómo conseguir y utilizar ar- mas tales como un AK-47, hasta, espe- cialmente, cómo transformar elemen- tos cotidianos como un cuchillo de cocina o un vehículo en armas con las que sembrar el terror 5 . En este sentido, a mayor concentración de víctimas po- tenciales, mayor letalidad de dichas ar- mas de fortuna y mayor impacto me- diático y psicológico del ataque. Y con todo ello, maximización y expansión de la percepción de la amenaza en la sociedad. Por todo ello, en el ataque sobre ob- jetivos blandos confluyen aspectos ideológicos, doctrinarios, estratégicos y operativos que aprovechan la vulnera- bilidad del entorno y las víctimas para incrementar los daños físicos y psicoló- gicos del ataque. ‘Target hardening’ La respuesta lógica al problema de los objetivos blandos es “endurecer” los objetivos, y en este sentido la responsa- bilidad debe ser compartida por toda la organización, sea una empresa situada en un edificio, la organización de un concierto en un pabellón deportivo o sala de fiestas, o un espectáculo al aire libre. Aunque en los últimos dos años la amenaza ha venido marcada por el te- rrorismo, la lista de riesgos no es exclu- yente: un lobo solitario como Anders Breivik, un extrabajador enfurecido que planea un ataque o un individuo enaje- nado son perfiles que, independiente- mente de la motivación o de la táctica

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