El panorama de incertidumbre que plantea el COVID-19 obliga a las organizaciones a planificar su devenir, y para ello encuentran en la inteligencia un aliado de gran valor. Así se puso de manifiesto en el webinar “Superioridad informativa en tiempo de crisis, la importancia de la inteligencia”, organizado por aesYC. Este evento virtual, que contó con la moderación de Ana Borredá, presidenta de la Fundación Borredá y directora de Seguritecnia, contó con la presencia de varios profesionales de esta disciplina.
En concreto, en él participaron José María Blanco, Manager de la Oficina de Inteligencia y Prospectiva de Prosegur; Ricardo Cañizares, Gerente de Consultoría de Seguridad de Ilunion Seguridad; José Manuel Díaz-Caneja, director de Inteligencia Más Liderazgo; y Fernando Velasco, director de la Cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Ana Borredá, presidenta de la Fundación Borredá y directora de ‘Seguritecnia’, moderó el encuentro
Todos ellos trataron cómo la inteligencia puede ayudar a las organizaciones en materia de seguridad y continuidad negocio, entre otros muchos contenidos. Aunque el principal punto de estudio fue la abundancia de información actual sobre la pandemia. “Estamos sepultados por un alud de información sobre coronavirus. Recibimos unos 700 impactos al día en este sentido, por lo que llevamos más de 20.000 en estos meses”, afirmó Fernando Velasco, de la URJC. “Ante este tsumani”, continuó, “demandamos un análisis potable. Que sea objetivo, independiente y que aporte verdad. Y en un mundo globalizado, en el que reina la información, el reto que se plantea a organizaciones y usuarios es reducir el nivel de incertidumbre en la toma de decisiones. Aquí entra la inteligencia, la herramienta clave para tomar decisiones en tiempos también de COVID-19”.
¿Cisne negro?
Y aunque la pandemia es una novedad para prácticamente el mundo entero, en opinión de José María Blanco, de Prosegur, el coronavirus no se puede considerar un cisne negro. “Había alertas”, argumentó al respecto.
Y siguiendo con la anticipación como principal razón del uso de la inteligencia en tiempos de COVID-19, José Manuel Díaz-Caneja ofreció su punto de vista sobre la ayuda de esta disciplina a las organizaciones. “Inteligencia se trata de anticipación, de reducción de incertidumbre. Se trata de prepararse para afrontar mejor las posibles situaciones de crisis futuras. Pero superioridad informativa no es sinónimo de mejor toma de decisiones”, afirmó.
El foco de las empresas, sobrevivir
Y respecto al objetivo a corto plazo de las compañías, para Ricardo Cañizares, de Ilunion Seguridad, es muy ‘simple’: sobrevivir. “El foco que ahora tiene una organización es continuar estando viva, gestionar los riesgos a los que está expuesta. Y para ello debe contar con la mejor información posible y con el mejor análisis”, comentó.
Por todo ello, los ponentes defendieron que las organizaciones deben contar con la inteligencia entre sus principales ejes. “Sin una gestión de riesgos global, una empresa no tiene futuro”, abogaron.
Sin embargo, esta disciplina no cuenta con una infraestructura fuerte en España. “Actualmente estamos en la fase 0 o la 1” −realizó un símil José María Blanco con la desescalada−, pero se observa una tendencia de crecimiento, aseguró el profesional en los términos finales del evento virtual.
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