Protección pasiva contra incendios: qué es

Incendio
Redacción

La Protección pasiva contra incendios es el conjunto de medios, elementos y características físicas que debe reunir un edificio o recinto, para evitar que este colapse ante un incendio. Además, debe impedir que el fuego y el humo se propaguen poniendo en peligro vidas y bienes.

Este tipo de protección contra incendios debe incorporarse desde el diseño de un edificio, tanto por el contratista como por todo el equipo de gestión del proyecto (arquitecto, ingeniería, oficina de diseño estructural, oficina de estudios térmicos, etc.).

Normativa para la protección pasiva contra incendios

El Real Decreto 513/2017, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, recoge los objetivos y los productos que se pueden utilizar en caso de incendio.

Los objetivos son: garantizar la estabilidad del edificio, contener la propagación y limitar los estragos de un incendio, garantizando el control del fuego a la vez que se facilita la evacuación de las personas. Los productos utilizados con este fin deben superar una serie de ensayos para demostrar su eficacia.

No obstante, la normativa establece pautas concretas sobre la compartimentación de los edificios y establecimientos en sectores de incendios.

Protección de personas y bienes

Los sistemas de protección pasiva contra incendios deben tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Ignifugación de los materiales: La ignifugación es una técnica que mejora la reacción de los materiales frente al fuego. Mediante esta técnica, un material inflamable recibe un aditivo ignífugo cuando se fabrica. Así, materiales textiles, plásticos y maderas mejoran en su comportamiento frente al fuego.
  • Compartimentación: Al compartimentar el edificio es más fácil evitar la propagación del fuego. Además, es necesario cuidar que los cerramientos y sellados retengan el incendio. Para los cerramientos deben utilizarse placas y paneles resistentes al fuego. Por su parte, los sellados deben impedir que tanto los gases inflamables como las altas temperaturas se propaguen a través de huecos, tuberías o cables.
  • Protección de la estructura del edificio: Esto afecta a todos los elementos o productos que se utilizan en la estructura del edificio, los cuales deben ser estables ante el fuego.
  • Señalización luminosa: Un buen sistema luminoso de señalización facilita la evacuación del edificio cuando no hay luz. Esta señalización debe indicar las salidas de emergencia, la localización de los equipos de protección contra incendios y cualquier riesgo concreto que haya en caso de incendio.

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