Cuatro tecnologías militares punteras que marcarán el año 2024

Unidad de Formación en Combate de Toledo. Fuente: EMAD.

Gertrudis Bujalance

El 24 de febrero de 2024 se cumplen dos años de la invasión rusa de Ucrania. Lo que en principio quizá se consideró una guerra local es hoy un conflicto internacional, con repercusiones sobre la capacidad defensiva de los países del bloque OTAN que se ven obligados a tomar partido. Teniendo en cuenta que los recursos europeos no dan para mantener ejércitos masivos como los de los viejos tiempos, la tecnología militar puede formar parte de la solución.

La Defensa: foco de la atención mundial

En los últimos dos años, el sector de la Defensa ocupa el foco de la atención global, al prolongarse la guerra Rusia-Ucrania y estallar el conflicto Israel-Gaza, generando un escenario de inestabilidad en Europa del Este y en Oriente Medio. Como resultado, ha habido un cambio en la mentalidad pública en cuanto a las dotaciones del ejército y la tecnología militar. Cada vez es mayor el número de países occidentales cuya población está a favor de aumentar el gasto público en Defensa.

La tecnología militar es la aplicación de mecanismos vanguardistas de última generación a las actividades de un ejército, es decir, a la guerra o a su preparación. El término alude a la tecnología con un carácter bélico concreto, es decir, de índole no civil. Esta naturaleza castrense viene dada por la ausencia de una función social ni jurídica o porque su uso se considere peligroso sin el entrenamiento militar adecuado.

Cuatro tecnologías militares que marcarán el futuro

1) Integración multidominio

Las operaciones militares se han desarrollado históricamente en el triple marco marítimo, terrestre y aéreo, al comienzo de forma separada y después interconectada. Pero en los últimos años la evolución sociopolítica global ha propiciado dos nuevos contextos militares: el cibernético y el espacial, interdependientes y vinculados a los tres tradicionales.

En 2024 estos cinco dominios del sector Defensa (tierra, aire, mar, ciber y espacio) deben funcionar como un bloque tecnológico integrado mediante un veloz intercambio de datos y un procesamiento de información similar al de un sistema informático moderno de una empresa. Este escenario militar quíntuple debe avanzar hacia una arquitectura multifuncional, integrando los dispositivos de inteligencia de ultima generación.

2) Tecnología de doble uso o dual

Durante estos últimos años han ido cobrando relevancia los productos tecnológicos de doble uso militar-civil, como los equipamientos especiales (en especial los textiles), la electrónica de gama alta, los láseres y los sensores. Pero había que actualizar los marcos reguladores necesarios para aprovechar las numerosas oportunidades que presenta el doble uso. Pronto comprobaremos si 2024 es el año en que se produzcan avances reales en la infraestructura y la normativa de la tecnología militar dual.

3) Ciberdefensa

En los próximos meses la guerra de Ucrania pondrá a prueba la capacidad de colaboración público-privada para una ciberdefensa compartida y la construcción de una ciberresiliencia a gran escala. El apoyo internacional público y privado a la ciberdefensa de Ucrania durante los últimos 18 meses apunta a que en 2024 surjan colaboraciones innovadoras que involucren a los gobiernos y las empresas de los países occidentales a medida que Ucrania desarrolla una economía digital potente.

Este es un año superelectoral con comicios en países de todo el planeta, lo que pondrá el foco en la confianza en la información. Saber distinguir el contenido generado por IA y conseguir proteger el escrutinio digital contra las interferencias serán dos desafíos primordiales en un mundo cada vez más digitalizado.

4) Seguridad cuántica

En un panorama en constante evolución, la integración de sensores cuánticos en el sector de la Defensa es un avance estratégico que fortalece la actividad militar en varios frentes, contribuyendo significativamente a la protección de la seguridad nacional.

La madurez de los sensores cuánticos puede potenciar las operaciones de las fuerzas armadas en 2024 con ventajas disruptivas en la detección y vigilancia de ciberamenazas; la seguridad del tráfico digital; la tecnología de invisibilidad; la protección de las comunicaciones y el cifrado de mensajes