Eva María Moratilla García Responsable de Seguridad de Infraestructuras CríticasMetro de Madrid

"Desde que Metro de Madrid fue designado operador crítico, ha sido interesante el cambio sobre la cultura de seguridad"

Eva Morcilla sobre el Metro de Madrid como operador crítico

Con una red de cerca de 300 kilómetros, Metro de Madrid es uno de los suburbanos más importantes de Europa y del mundo. Sus millones de viajeros al mes también lo corroboran. Un contexto en el que, sin duda, la protección es esencial, y en el que los trabajadores de la compañía han tenido que cambiar su mentalidad sobre la cultura de seguridad. Sobre todo a raíz de la designación de Metro de Madrid como operador crítico.

El Metro de Madrid es uno de los más grandes e importantes del mundo. ¿Cuál es el volumen de su red de transporte y la cantidad de activos con los que cuenta? 

Metro de Madrid es la principal solución de movilidad en la región de Madrid. Proporciona un servicio de calidad y eficiente que potencia la seguridad, la sostenibilidad y la innovación. Es el eje vertebrador de movilidad de dicha región, con 295 kilómetros de red y 302 estaciones. Cuenta con 7.000 empleados, 2.400 coches y 9.224 cámaras. La red tiene un total de 12 líneas, un ramal y una línea de Metro Ligero.

La seguridad se organiza con un total de 1.500 vigilantes, que se distribuyen en dos servicios: seguridad en red y servicio de vigilancia en patrimonio. Este último incluye recintos, puestos de seguridad en línea, museos y la sede de la compañía en Avenida de Asturias. Desde 2021 contamos con un servicio de caneros, un binomio perro/vigilante.

¿Cuáles son los activos más críticos de Metro de Madrid y que deben proteger desde su área de Seguridad?

Todos los operadores críticos del sector urbano y metropolitano contamos con activos críticos similares. En Metro de Madrid, toda la infraestructura se considera estratégica.

El area de Seguridad es responsable del puesto central de seguridad, donde se gestionan las incidencias de seguridad en tiempo real. Esta área coordina los vigilantes, las cámaras de videovigilancia y las alarmas, así como la visualización de las imágenes para el control y la gestión de la seguridad. El objetivo es la protección de las personas y bienes en la red e instalaciones de Metro de Madrid.

Desde que Metro de Madrid fue designado operador crítico, una de las partes más interesantes del proyecto ha sido trabajar en el cambio de mentalidad dentro de la compañía en relación con la cultura de seguridad. Conceptos como «la seguridad la hacemos todos» han sido ejes vertebradores del cambio en todos los departamentos. Este proyecto nos ha permitido concienciar a toda la comunidad de Metro sobre lo crítica que es la seguridad para todos.

La forma en la que la dirección se ha involucrado y ha apoyado el proyecto ha transmitido en la organización la responsabilidad que todos tenemos para que Metro de Madrid sea uno de los más seguros del mundo. Un trabajo de todos, a todos los niveles.

Tren entrando en una estación de Metro de Madrid.
Tren entrando en una estación de Metro de Madrid. / Foto: Metro de Madrid.

Desde su punto de vista, ¿en qué aspectos debe evolucionar el Sistema de Protección de Infraestructuras Críticas?

Como muchos otros aspectos, la legislación siempre va a un ritmo más lento que la sociedad. En el caso de la seguridad es especialmente visible porque las amenazas han evolucionado muy rápidamente en muy poco tiempo. La legislación nos sirve de guía, pero nunca dejamos de estar alerta y atentos a las necesidades derivadas de las nuevas amenazas.

Eso sí, el nuevo marco legislativo ya incluye el concepto de resiliencia, con el que nosotros llevábamos trabajando mucho tiempo.

Han pasado ya varios años desde que la Comisión Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas aprobara el Plan Estratégico Sectorial del Subsector Transporte Urbano y Metropolitano. ¿Cómo ha evolucionado desde entonces el sector, teniendo en cuenta la evolución de la tecnología?

Metro de Madrid tuvo la oportunidad de colaborar en la mesa de desarrollo del Plan Estratégico Sectorial del Transporte junto con otros operadores críticos. La colaboración con el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas fue excepcional y de manera conjunta desarrollamos el Plan del Subsector Urbano y Metropolitano.

En seguridad, la colaboración entre distintos organismos es fundamental. La puesta en común de conocimiento es lo que nos hace más resilientes. En este sentido, en operadores complejos como nosotros, uno de los retos es identificar los activos más críticos; pero cada departamento siempre considera ser lo más crítico. En realidad, lo fundamental es identificar los activos indispensables para poder seguir prestando el servicio esencial a la ciudadanía.

“Como resultado del conflicto bélico en un país vecino, se ha puesto de manifiesto que la seguridad física sigue siendo muy importante”

La tecnología, sin duda, es una ayuda para mejorar la seguridad, pero podría ser un nuevo riesgo al mismo tiempo. Por eso la tecnología a utilizar también debe ser diseñada para que sea resiliente.

Además, y como resultado del conflicto bélico en un país vecino, se ha puesto de manifiesto que la seguridad física sigue siendo muy importante.

La Unión Europea va a publicar próximamente una serie de normativas que afectarán de lleno a los servicios esenciales. ¿Qué opinión tiene sobre las nuevas legislaciones comunitarias que están por llegar?

La Unión Europea tiene el objetivo de seguir reduciendo las vulnerabilidades en las infraestructuras críticas, esenciales para el bienestar social. Los operadores debemos ser capaces de resistir, absorber, adaptarnos y recuperarnos de incidentes graves en el menor tiempo posible. 

El marco legislativo que incluye las medidas de resiliencia integrará la parte física y lógica. Son pasos importantes en la dirección adecuada.