¿Cómo se estructura el departamento de Seguridad del Sevilla FC y dónde está situado en la organización general del club?
El departamento de Seguridad del Sevilla Fútbol Club (FC) tiene como eje a la Dirección de Seguridad, a la que están afectos su director de Seguridad (funcionario de policía en excedencia) y una jefa de Seguridad (con más de 10 años de experiencia en el sector). En este departamento se integran otros tres profesionales, con funciones de control y asistencia a la dirección de Seguridad.
En este contexto tienen especial relevancia las monitorizaciones y el rastreo de las redes sociales y webs para detectar posibles iniciativas y actividades de interés. Esta actividad de investigación e información permite anticiparse a posibles eventualidades contrarias a la seguridad y el orden que debe presidir cualquier gran evento, y concretamente un partido de fútbol de primer nivel.
El Sevilla FC y su dirección de Seguridad cuentan con la asistencia de un profesional de la seguridad privada con más de 25 años de experiencia en eventos deportivos nacionales e internacionales de primer nivel, perteneciente a la empresa de seguridad privada contratada por el club. Su principal función es transmitir a los más de 200 vigilantes de seguridad privada que participan en el dispositivo de seguridad las instrucciones que emanan del director de Seguridad.
La dirección de Seguridad depende directamente de la dirección general del Sevilla FC. Se ha abierto una nueva etapa en el mundo del fútbol, sin público en los estadios y numerosos controles sanitarios en los integrantes de los clubes. ¿Cómo ha afrontado el departamento de Seguridad del Sevilla este cambio?
Efectivamente, vivimos también en el mundo del fútbol una etapa novedosa que deseamos que sea lo más breve posible. El departamento de Seguridad del Sevilla FC, como el de todos los clubes de primera y segunda división, afronta esta situación con el compromiso de servicio que le es propio. Participa activamente en la implementación de todas las medidas y controles que son preceptivos para generar un entorno seguro, incluso en esta realidad derivada de la alerta y emergencia sanitaria. Y también impulsa aquellas medidas que pueden entenderse beneficiosas para el fin último, que no es otro que la celebración del evento en condiciones óptimas de fiabilidad.
La dirección de Integridad y Seguridad de LaLiga ha establecido un protocolo de seguridad para jugar partidos a puerta cerrada. ¿En qué consiste exactamente este protocolo? ¿Cuáles son las nuevas medidas que han debido establecer los clubes profesionales a raíz de este documento?
En la elaboración de los diferentes protocolos que se han gestado para el regreso primero a los entrenamientos de los equipos y posteriormente para la vuelta a la competición a puerta cerrada han participado diferentes estamentos y entes públicos y privados. En su redacción ha tenido una trascendente importancia el Consejo Superior de Deportes (CSD), dependiente del Gobierno de España. En este contexto, y siguiendo las pautas marcadas por el propio CSD, la dirección de Seguridad de LaLiga, con la asistencia de algunas direcciones de seguridad de clubes, ha podido redactar un protocolo de actuación para la celebración de partidos de fútbol a puerta cerrada que permite organizar los mismos en condiciones óptimas de seguridad. Es especialmente trascendente también la dirección y supervisión de la Oficina Nacional de Deportes, y por consiguiente de los coordinadores de seguridad de estos protocolos.
“Las medidas de seguridad y control en el acceso, permanencia y evacuación de los estadios están interiorizadas por el aficionado”
El protocolo de encuentros a puerta cerrada se articula en relación con unas premisas fundamentales. La primera es la adecuación de los estadios a los requisitos exigidos para crear el entorno más seguro posible. Es por ello por lo que se disponen en las instalaciones de carteles informativos, de gran cantidad de gel hidroalcohólico en todas las zonas en las que se permanezca o transite, de la entrega de material profiláctico a toda persona que acceda al estadio, de sistemas para controlar la temperatura corporal y de desinfección de todas las zonas de los estadios afectas al protocolo mediante sistemas como la nebulización.
La segunda es la segregación de los estadios en diferentes zonas según la intensidad del tránsito de las mismas y del personal que accede a ellas. Segregación que permite una mejor gestión y control del estadio.
La tercera premisa es la limitación del acceso con un criterio muy restrictivo. El número de personas que accede al estadio durante los partidos es muy cercano a 200, incluyéndose en esa cifra a los miembros de ambos equipos, cuerpo arbitral, personal laboral esencial de los clubes, servicios de seguridad privada y emergencias sanitarias.
Por último, la cuarta es el control de acceso excepcionalmente riguroso mediante el que se garantiza que exclusivamente las personas habilitadas para acceder y permanecer en el estadio lo hagan en las condiciones que se determina en el protocolo.
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