Miguel Ángel López Romero CEOMagal España

“La Inteligencia Artificial y la desaparición del dinero en metálico revolucionarán la seguridad”

Miguel Ángel López, Magal.

Al igual que en ejercicios anteriores, Magal España amplió su cartera de clientes, conquistó nuevos mercados y lanzó nuevas soluciones en 2019. Este hecho provocó que la empresa batiera su récord de pedidos, facturación y beneficios, triplicando su cifra de negocio en nuestro país respecto al año precedente. Incluso sus beneficios crecieron más de un 50 por ciento por encima de lo previsto por la propia compañía.

Su compañía está reconocida en todo el mundo por haber inventado el concepto de seguridad perimetral hace más de medio siglo, pero ¿cómo la describiría usted en 2020?

Desde su aparición en 1967, Magal no ha dejado de crecer y de transformarse, abriendo delegaciones por medio mundo y adquiriendo empresas complementarias. Hoy somos un grupo moderno, cotizado en Nasdaq, presente de forma directa en los cinco continentes y con un radio de acción de más de 100 países.

Nuestro catálogo también ha ido madurando, ya que, como usted apunta, inicialmente se centraba en el perímetro y hoy cubrimos todas las necesidades de seguridad de cualquier infraestructura crítica.

Israel es una de las grandes potencias mundiales en seguridad. ¿Qué valor le ha aportado su asociación con una compañía de seguridad israelí?

Ya puede usted imaginar que mucho. Quince años vinculado con Israel han supuesto un máster a los que pocos tienen acceso, y me han ayudado a concebir la seguridad desde una perspectiva mucho más profunda. Valoro aspectos que antes ni siquiera percibía y he descubierto el papel crucial de la información y la inteligencia. Además, mi inmersión en el ecosistema industrial israelí me ha dado acceso a una nueva dimensión tecnológica.

Magal España ha triplicado en 2019 su cifra de negocio respecto al ejercicio anterior. Incluso sus beneficios se han disparado más de un 50 por ciento, por encima de sus propias previsiones. ¿Cuáles son las razones de tal crecimiento?

Ya he deslizado alguna en mi respuesta anterior. Simplificando mucho la cuestión, destacaría la innovación tecnológica y un modo singular de implantarla, basado en la calidad y el compromiso. Estas tres cuestiones, innovación, calidad y compromiso, combinadas con acierto, fidelizan al cliente y desarman a la competencia. No obstante, también requieren un equipo humano que comprenda el reto y que sea capaz de ejecutarlo con éxito. Y tengo la suerte de contar con él. En este punto debo destacar el papel de mi director adjunto, José Manuel Alcázar.

No cita entre esas razones ningún factor externo, como la salud del mercado o de la propia economía.

Sé que suena prepotente, pero hace tiempo que decidí no depender de factores externos, y ello nos exige un esfuerzo diario ímprobo. El negocio nunca cesa, vayan como vayan las cosas ahí fuera, y hay que salir a por él. Fundamos Magal España a finales de 2009, en el peor momento de una crisis que puso a nuestro país al borde del rescate y que se llevó por delante a cientos de empresas de nuestro sector. Todos conocemos de cerca algún caso. Pues bien, en ese mismo periodo, Magal España ha logrado multiplicar por diez la cifra de ventas que el grupo venía alcanzando históricamente en nuestro país durante los últimos 25 años.

¿Cuál fue el secreto para salir reforzado de la crisis?

Además de las tres herramientas que ya he comentado, cierta previsión y no temer al cambio. Solté lastre en verticales tradicionales de Magal, como interior o defensa, muy afectados por la crisis, y centré nuestra atención en sectores que apuntaban al alza o cuya regulación se acentuaba fuertemente, como es el caso de las infraestructuras críticas. También me fijé en ciertos verticales que, por su dificultad, estaban casi desiertos, como el portuario. Créame que nos costó mucho esfuerzo y que algún año fue complicado, pero funcionó.

Uno de los sectores en los que más han crecido es el portuario, pasando en cinco años de carecer de referencias a convertirse en el principal proveedor de sistemas de seguridad en puertos. ¿Qué ofrece de especial Magal a los puertos?

Pronto descubrimos que el sector portuario adolecía de proveedores de seguridad que supieran lo que es y cómo funciona un puerto. Se lo dice un director de Seguridad coruñés que prácticamente nació en el agua.

En muchas conversaciones sobre seguridad portuaria escucho cómo se comparan con ligereza un puerto y un aeropuerto. Y conociendo bien ambos, pocas cosas se me antojan más dispares. Hace seis años decidimos especializarnos en seguridad portuaria, y hoy disponemos de un concepto único de soporte “360” para puertos, que abarca lo físico, lo tecnológico, el mantenimiento y la policía portuaria. Son ya muchos los puertos españoles que confían en nosotros, y este año esperamos dos o tres nuevas incorporaciones. De nuevo, le subrayo que no ha sido fácil.

¿Han logrado desembarcar recientemente en algún nuevo sector o prevén hacerlo pronto?

Nuestro plan estratégico es de largo recorrido y con objetivos anuales muy concretos. El plan observaba enfilar el sector de la química en 2019, cuando nuestro nivel de implantación en las áreas de Tarragona y Huelva, con importantes contratos en sus puertos, nos permitiera dar servicio holgadamente a esos dos grandes polos químicos. El resultado ha sido la incorporación este año de cuatro grandes cuentas químicas que han impulsado nuestra facturación más de un 25 por ciento.

“Magal España ha multiplicado por diez la cifra de ventas que el grupo venía alcanzando en nuestro país hasta nuestra asociación”

Ese mismo plan nos obliga en 2020 a conquistar otro nuevo vertical que ya tenemos bastante avanzado y que le podré comentar el año que viene.

Desde su punto de vista, ¿cuáles son los principales retos que marcarán el futuro de nuestro sector?

Hay dos ideas que pronto revolucionarán nuestra industria: la inteligencia artificial y la desaparición del dinero en metálico. En cuatro o cinco años este negocio será completamente distinto. El transporte de fondos, que hoy supone la mayor fuente de ingresos de las grandes compañías de seguridad, desaparecerá; la tecnología automatizará todos los procesos y, entre ellos, los de seguridad, reduciendo al mínimo el papel del vigilante de seguridad y del operador. Tal salto tecnológico centrará el riesgo en la propia tecnología y en sus comunicaciones, disparando la ciberseguridad frente a un declive de la seguridad tradicional. Las compañías de seguridad deberán reconvertirse, nuestros clientes operarán de forma muy distinta y solo sobrevivirán aquellos que estén dispuestos a estudiar constantemente y a gestionar grandes cambios de año en año.

¿Cómo se ven ustedes, una compañía nacida en 1967, en medio de semejante reconversión?

Llevamos ya tiempo formándonos y reinventándonos año a año. Estoy convencido de que ese entorno tan exigente, que a otros se les hará cuesta arriba, a nosotros nos impulsará con fuerza.