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98 SEGURITECNIA Diciembre 2013 Opinión hombre, lo que se trata de garantizar mediante el Sistema Nacional de Pro- tección Civil. En español no disponemos de vocablos distintos en función de este matiz a diferencia del inglés, en el que la seguridad en la primera acepción se ex- presa con el término security y en la se- gunda, con el vocablo safety. Así pues, la Protección Civil se ocupa de la seguridad en el sentido del safety inglés: “mantener a salvo”, “salvaguar- dar”, podríamos decir en español, o más sencillamente “proteger”. Situados ya en este campo específico de la protección civil como “salvaguarda de los ciudadanos”, me centraré en la autoprotección: la protección de los ciu- dadanos llevada a cabo por ellos mismos frente a amenazas externas naturales (fe- nómenos climatológicos, geológicos, etc.) o causadas por el hombre (riesgo químico, accidente aéreo, etc.). He elegido la autoprotección por el valor que tiene y le reconozco, en cuanto que nos procura recursos para proteger- nos a nosotros mismos y a quienes nos rodean, que con frecuencia son las per- sonas que más nos importan. Disponer de unos recursos de autoprotección au- menta nuestro nivel de seguridad, tran- quilidad, auto-confianza y en definitiva libertad, y saber que es así, que todos y cada uno disponemos de ellos, pienso que contribuye de manera indirecta a la confianza y bienestar general. Por ello y, sobre todo, por el gran valor inherente a la vida y la integridad física de las personas, consagrados como de- rechos fundamentales en el Título I, ar- tículo 15 de la Constitución Española de 1978, y recogida la autoprotección en el apartado IV de la exposición de motivos de la vigente Ley 2/1985 de 21 de enero, sobre Protección Civil, es por lo que rei- vindico el derecho y también el deber de los ciudadanos de aspirar a unos co- nocimientos eficaces en esta materia y, por supuesto, la obligación del Estado de procurárselos. Entiendo que es un de- recho y deber ético del individuo para consigo mismo y para con la sociedad, y consiguientemente, un deber del Estado para con los ciudadanos. Sensibilización y educación En esta línea, opino que es importante y es misión del Estado: a) Por un lado, “la sensibilización” de los ciudadanos respecto al valor de la autoprotección, valiosa siempre y más ahora. En la actualidad aumenta la ame- naza del cambio climático y sus conse- cuencias, así como las catástrofes na- turales, según manifiestan los científi- cos y se hacen eco en las instituciones de la Unión Europea. Además, lamen- tablemente, también hay que tener en cuenta las amenazas con origen en la actuación del hombre. A bordaré el tema de la protec- ción civil y, en particular, de la autoprotección desde diver- sos enfoques, para ofrecer una visión multidisciplinar que contribuya a clari- ficar su valía y transcendencia. Lo anali- zaré desde los puntos de vista semán- tico, lingüístico, social, ético, jurídico y político, sucesivamente. En primer lugar, para entrar en el tema de la seguridad y la protección de los ciudadanos me gustaría resaltar la exis- tencia de dos ámbitos estrechamente re- lacionados pero diferentes entre sí: Uno es el de la seguridad ciudadana, en el sentido de que los ciudadanos y sus bie- nes estén “seguros” frente a cualquier tipo de amenaza o peligro contra su “se- guridad”. En este sentido, son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las responsables de garantizarla. Otro ámbito es el de la “seguridad” de los ciudadanos y sus bienes, vinculada a que estén “a salvo”, “protegidos” de cual- quier tipo de fenómeno, amenaza o pe- ligro causado por la naturaleza o por el Mar Gutiérrez Díaz Técnico superior de la Administración de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias Protección civil: la autoprotección Este artículo corresponde al trabajo de ingreso de la autora, licenciada en Derecho y experta en Ética, en la Socie- dad Española de Estudios de Derecho de la Seguridad (SEDS).

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