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70 SEGURITECNIA Noviembre 2015 Opinión lidad, pues, con la experiencia de los años, uno llega a saber que siempre son nuestras equivocaciones las que nos hacen partícipes de los fracasos, si bien sirven para indicar que las estrate- gias y objetivos aplicados estaban erra- dos. Debemos meditar, analizar la situa- ción que produjo el error, momento en el cual el fracaso puede convertirse en una nueva y buena oportunidad, si so- mos capaces de mudar, cambiar estra- tegias y objetivos… Los éxitos emergen tras una cadena de fracasos. El éxito abraza a quienes aceptan los desafíos, al tiempo que poseen sufi- ciente audacia para asumir cualquier riesgo, sin temer a los fracasos, porque dichos individuos se consideran como parte integrante del proceso para al- canzar sus propósitos. Nada es fruto de la casualidad, la mayoría de los triunfos abrigan tras de sí una larga trayec- toria de esfuerzo, ingenio, cons- tancia, trabajo... sin dejar de lado el factor tiempo como parte impor- tante de los logros. Nadie olvide que el éxito se encadena con con- tinuos avances, pero asimismo con retrocesos. Una vida plena de victorias, con- quistas y logros no se define por- que se ha tenido éxito en alguna ocasión, sino por sus tenaces que- haceres, dado que el éxito es efí- mero por naturaleza, difícil de mantener por sí solo, precisa de alimentación continua con inno- vaciones y elementos creativos, los cuales nos permitan seguir disfru- tando del mismo. El éxito carece de límites, siempre existen nuevas oportunidades, algo por hacer o cambiar mediante el aprendizaje, hay que vencer la inercia, volver a esos viejos proyectos guardados en el rincón del espíritu creativo, donde los llevamos escondidos para sacarlos más adelante, cuando convenga. No debemos dejar de lado a ciertos personajes controvertidos, izados a ca- ballo del prestigio, admirados, adula- dos, incluso adorados, los cuales poseen una gran fortaleza mental para sopor- tar las presiones a las que son someti- dos, merced a su personalidad equili- brada. Aprendamos de ellos, por si en cualquier momento algo semejante nos ocurre, sin olvidar que quienes te ayu- daron a encaramarte hasta la cima de la gloria de igual modo pueden hacer que acabes como un muñeco roto, víctima de tu propia genialidad aplastada por el peso descomunal del éxito. De ahí la pregunta del comienzo: ¿el éxito emana del fracaso? Ustedes dirán. S C on las dos oleadas de calor sufridas en el inicio del verano no es extraño que las redes sociales se hayan ren- dido a la actualidad meteorológica para reírse de los más de 40 grados sufridos por la mayor parte de las comunidades en toda España. Es- tas risitas suelen hacer menos gra- cia a las personas mayores, por ser la vejez la época más penosa de la existencia, la cual se soporta mal que bien, y, en verdad, un servidor de ustedes no encuentra nunca el modo de determinar con exactitud el momento de la ancianidad. Sin dramatismo alguno, es sa- bido que el viejo pierde el inte- rés por las cosas de la vida, vive en función del pasado, al cual evoca, pues el presente y el futuro no le ofrecen perspectivas; disminuyen las fuerzas físicas, lo que influye en una palpable y escalonada baja de la ac- tividad mental. Pese a todo, creo que la actitud personal de cualquier individuo ante el paso inexorable del tiempo es determinante, nunca dejamos de apren- der. Hay muchas frases que reafirman la idea, baste citar a Franz Kafka: “Quien conserva la facultad de ver la belleza no envejece”. O si lo prefieren: “Envejecer es como escalar una gran montaña: mien- tras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más am- plia y serena”, de Ingmar Bergman. Desde el comienzo de la existencia, descubrimos algunos errores en los que actuamos como protagonistas, los cua- les nos conducen a una profunda frus- tración, siempre como efecto del des- cuido, equívoco o pifia. No faltan quie- nes creen que el fracaso te convierte en un vencido; nada más lejos de la rea- Antonio Ávila Chuliá ¿El éxito emana del fracaso? “Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender” Charles Dickens “El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano” John Fritzgerald Kennedy

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