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16 SEGURITECNIA Julio-Agosto 2016 Entrevista de los grandes retos en el desarrollo reglamentario pendiente, como lo es liderarlo y dirigirlo en la praxis del día a día, lo cual compete a varios órganos de la Administración en mayor o me- nor medida y a la Guardia Civil de una forma muy considerable. Desde hace meses, varios organismos del Ministerio del Interior y varias Unida- des de la propia Guardia Civil –no sólo el SEPROSE– estamos trabajando en la elaboración del nuevo Reglamento. So- mos muchos los que tenemos el man- dato de estudiar, revisar y aportar para que salga del ministerio un borrador práctico, coherente, completo pero sen- cillo e inteligible, y adecuado para el nuevo escenario que plantea la Ley de Seguridad Privada. Pero a ese punto todavía no hemos llegado. Personal- mente, y lo digo con todas las cautelas posibles, dudo que se alcance ese texto de consenso en pocos meses, pues el trabajo es ingente y las aportaciones a integrar son muchas. - Algunas comunidades autónomas han creado figuras con funciones si- milares a las que llevan a cabo los guardar rurales, quienes demandan que se haga una diferenciación por- que suponen una competencia. ¿De qué manera se puede evitar esta si- tuación y poner en valor el papel de los guardas rurales, como profesio- nales de la seguridad que son? La Constitución atribuye a las comu- nidades autónomas competencias en gestión medioambiental, y al amparo de ello se han creado diversas figuras para desarrollar dichas competencias. Sin embargo, esos agentes en ningún caso pueden desarrollar misiones en el ámbito de la seguridad en el sentido de velar por la protección de los bienes. Podrán ejercer funciones de control o de inspección, pero no deberían ejercer funciones de vigilancia y protección de bienes privados en el sentido estricto. Éstas funciones recaen exclusivamente en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y en los prestadores de servicios de se- guridad privada, tal y como los define la Ley de Seguridad Privada. butarias. Permítame que recalque que me he referido al camino hacia la plena confianza, porque el nivel de confianza actual ya es sin duda muy elevado. En otra categoría, no ya como proble- mas acuciantes sino como demandas del sector a las que debemos dar res- puesta, habría que situar la necesidad de mejorar la formación y consolidar un marco jurídico, económico, etc., que ga- rantice el adecuado desarrollo de las di- versas profesiones que conviven en el sector. - Después de la aprobación de la Ley de Seguridad Privada, el sector es- peraba mayor premura a la hora de aprobar el nuevo Reglamento de desarrollo. ¿Cuándo cree que final- mente verá la luz el documento? Con la actual concepción global de la seguridad, el sector está desempe- ñando, y está llamado a desempeñar aún más, ciertas funciones próximas a las de las Fuerzas y Cuerpos de Segu- ridad. Pero para ello, necesariamente se ha de garantizar su fiabilidad, e in- cluso la confiabilidad en sus capacida- des y en la adecuación de sus actua- ciones al ordenamiento jurídico. Esto requiere un importante esfuerzo, en primer lugar, del propio sector, pero también de múltiples actores externos. Ordenar ese proceso es para mí uno los ciudadanos y de los usuarios en la calidad de los servicios. Luchando con- tra el intrusismo no sólo mejoraremos sustancialmente la calidad de los servi- cios sino el propio nivel de seguridad. Y tampoco se puede olvidar que la ex- pulsión del mercado de quienes ha- cen competencia desleal o de quienes prestan servicios sin la capacitación y habilitación adecuadas repercutiría en una mejora sustancial de precios y ren- tabilidades empresariales, y con ello de los derechos laborales y sociales de los profesionales. A la larga, además, consolidaría la estabilidad, especializa- ción y profesionalización de quienes estuvieran correctamente habilitados y contratados. En este camino hacia la plena con- fianza en los servicios de seguridad pri- vada han de jugar un papel primordial varios factores. Por un lado, que los pro- fesionales cuenten con una formación adecuada, tanto al inicio de su carrera como a lo largo de ella. Por otro, un re- fuerzo de la interlocución y capacidad asociativa de los subsectores de segu- ridad privada. Y por otro, que exista por parte de los órganos policiales compe- tentes el necesario control y supervisión de las condiciones en las que se pres- tan los servicios, así como el control de varios aspectos de la contratación por parte de las autoridades laborales y tri-

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