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SEGURITECNIA Junio 2018 21 señado al efecto, será más sólida y creí- ble. Ese es el papel que el texto arti- culado está llamando a jugar a la Co- misión Nacional, exigiendo a cambio que sea verdaderamente representa- tiva. Falta afianzar esta condición con- cretando su composición y régimen de funcionamiento a la mayor urgencia, porque todo cuanto se haga para se- guir desarrollando este Reglamento de- bería pasar por sus manos. Parece muy oportuno traer aquí a co- lación las palabras de la Comisión Eu- ropea en su Comunicación de carác- ter global al Consejo y al Parlamento Eu- ropeo, sobre prevención, preparación y respuesta a los ataques terroristas [COM (2004) 698]: “es primordial crear una coo- peración eficaz e integrada con el sector privado. Ya se trate de la necesidad de controlar los flujos financieros o de refor- zar la solidez de las infraestructuras esen- ciales, los operadores privados tendrán un papel capital que jugar. La Comisión considera que es necesario hacer partí- cipe cuanto antes al sector privado en la definición y la obtención de nuevas solu- ciones con el fin de reforzar la seguridad de los bienes y servicios. La participación estructurada del sector privado en la ela- boración de normas, prácticas y procedi- mientos para la mejora de la seguridad de los bienes y servicios debería contri- buir, en la medida de lo posible, a evitar la imposición de nuevas exigencias legis- lativas a la industria”. El futuro Cuando, por fin, empezábamos a vis- lumbrar el Reglamento en un horizonte no muy lejano, otra vez los nubarrones nos impiden ver el sol. Los cambios po- líticos acontecidos en España reciente- de fijar objetivos de futuro para cons- truir al mismo tiempo las vías que nos fa- ciliten su consecución, evitando a toda costa dejarse llevar por intereses particu- lares o cortoplacistas. Les pido, además, que no desmayen y que continúen hasta el final. No diré más al respecto. Es evidente que el borrador tiene espa- cios de mejora que deben recorrerse por quienes deseen realmente hacer aporta- ciones en positivo. Empezando por la ex- tensión, siguiendo por la oportunidad de algunas normas, siempre discutible, para terminar con algunos conceptos novedo- sos que podrían sin duda mejorarse para conseguir los mismos fines. Pues bien, es el momento de hacerlo. Por otra parte, quizá el borrador pe- que de excesivamente ambicioso a la vista de la contradicción que supone el grado de exhaustividad con que entra a la regulación, frente a la indetermina- ción que supone dejar aspectos primor- diales pendientes, como las comisiones nacional y autonómicas o provinciales, o la prolongación de la vigencia de las normas de desarrollo del anterior Re- glamento. He ahí un camino para me- jorar. No pretendo aquí, ni me corres- ponde, entrar en ese detalle; simple- mente quiero dejar constancia de que el texto ha nacido con vocación de per- fectibilidad y de que ha de ser el pro- pio sector, más allá de la intervención de otros órganos de la Administración, quien lo mejore. Pero, por encima de cualquier otra consideración, quiero poner de mani- fiesto la importancia de disponer de un mecanismo de participación represen- tativo y equilibrado. Cualquiera puede tener una buena idea; pero si esa idea viene de un órgano perfectamente di- miento mayor que el que existía entre aquellos profesionales. Ciertamente, ha- bía discrepancias, pero no impidieron buscar vías alternativas hasta donde fue posible, en la seguridad de que el pro- ceso de tramitación aportaría mejoras a la propuesta. En este punto, quiero ren- dir un merecido homenaje al espíritu de servicio y a la entrega de los miembros de la Unidad Central de Seguridad Pri- vada y del SEPROSE. Gracias a todos ellos, en mayo de 2017 el Ministerio del Interior disponía, por fin, de un texto para iniciar la tramitación del esperado Real Decreto. Sin embargo, el borrador permaneció en estado latente en algún apeadero del propio Ministerio. Se decía que se buscaban consensos, difíciles de en- contrar, o que ciertos grupos de pre- sión trataban de forzar cambios en te- mas que les perjudicaban; incluso pa- recía que el texto podría estar siendo retocado para hacer más fácil su com- prensión y consiguiente aplicación. Lo cierto es que el borrador durmió otro año más, y la Ley de 2014 continuó sin poder desarrollar sus muchas poten- cialidades, hasta el pasado día 22 de mayo en que salió oficialmente a la luz, dando cumplimiento al trámite de au- diencia pública. Ahora se nos presenta un texto prácti- camente idéntico al de 2017, al que se le suprime un anexo y se cambia la filosofía respecto a la certificación, auditoría e ins- pección por parte de organismos exter- nos, para reconducir su control hacia el propio Ministerio del Interior. Importante cambio, pero que no justifica en modo alguno el año de retraso. No podemos felicitar por ello a la Administración, pero el sentimiento de abandono no nos im- pedirá proseguir nuestros esfuerzos para hacer aportaciones constructivas en be- neficio de todos. El contenido Cualquier experto del sector podría ha- cer un texto diferente, e incluso proba- blemente mejor. En cualquier caso, re- comiendo a los críticos viscerales que hagan el ejercicio de intentarlo enfren- tándose al papel en blanco y tratando El borrador tiene espacios de mejora que deben recorrerse por quienes deseen realmente hacer aportaciones en positivo A vista de

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