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52 SEGURITECNIA Junio 2018 Opinión E l 4 de octubre de 2017, cuatro soldados estadounidenses de Operaciones Especiales mue- ren en una emboscada en la región de- sértica de Tongo Tongo (Níger). El 5 de marzo de 2018, la extensión territorial del Estado Islámico en la zona publica un perturbador vídeo mostrando el en- frentamiento y cómo los boinas verdes son asesinados a lo largo del mismo. Durante estos cinco meses, numerosas entrevistas e investigaciones han con- cluido en una serie de fallos estratégi- cos y de inteligencia. El 3 de octubre de 2017, un convoy for- mado por 30 soldados y un intérprete ni- gerinos, junto con 11 soldados de Opera- ciones Especiales estadounidenses, salió en una patrulla rutinaria considerada de bajo riesgo por las escasas probabilida- des de encontrar enemigos. Durante la patrulla, la inteligencia americana recibió información sobre la posible presencia en la misma zona de un líder yihadista local. Se organizó una operación paralela con un helicóptero, pero fue abortada en el último momento y un grupo de los soldados en patrulla fue enviado a bus- car al individuo en su lugar. Tras una noche de búsqueda infruc- tuosa y con poca agua, las tropas vol- vían a la base cuando el convoy se en- contró inmerso en una emboscada lle- vada a cabo por los mismos terroristas que estaban buscando 1 . Cinco meses más tarde, el Estado Islámico en la re- gión publicó el vídeo en el que se deta- lla la operación. A pesar de las numero- sas críticas, el hecho de las bajas queda ahí, de modo que debería ser la causa, y no el resultado, el aspecto a estable- cer para determinar dónde se produje- ron los errores, puesto que el resultado es manifiestamente inamovible. Insurgencia global El uso de fuerzas especiales se ha con- vertido en una de las respuestas de los ejércitos regulares a las numerosas in- surgencias emergentes a nivel global como un mecanismo adaptativo de res- puesta a la guerra irregular. Este con- cepto está vinculado al de conflicto asi- métrico –el que tiene lugar entre un ac- tor estatal y otro no estatal, entre los que media una clara asimetría organiza- tiva y de capacidades–, así como a sus niveles de conducción bélica. El cambio cualitativo se produjo en 1989 con el fin de la guerra soviético- afgana, cuando el paradigma clásico de las insurgencias locales cambió hacia un nuevo modelo de insurgencia global bajo la bandera de una también nueva organización (Al Qaeda) y una nueva ideología (el yihadismo global). Después de 1989, muchos de los muyahidines que acudieron a Afganistán para libe- rar el suelo musulmán de la ocupación soviética, en cumplimiento del deber de la yihad contra el infiel, retornaron a sus países de origen llevando con ellos la semilla del yihadismo como la lu- cha contra los infieles, a la que se aña- día nuevos elementos ideológicamente sustentados y forjados en los campos de entrenamiento afganos. Así, la lucha se amplía del infiel al ré- gimen corrupto y apóstata en territorios musulmanes, pero también contra el poder occidental como fuerza opresora y corruptora en los ámbitos político, económico y social. Este enfoque dual, en el que se produce una convergencia de las doctrinas tanto de Abdullah Az- zam como de Ayman al-Zawahiri, con- figura ideológicamente la fuerza motriz de este nuevo movimiento de aspira- ciones globales. ¿Mao en Níger? ‘Back to basics’ en insurgencia y contrainsurgencia David Crevillén C. CEO de Grupo DC Solutions Beatriz Gutiérrez L. PHD, Training & Research Department de Grupo DC Solutions

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