Seguritecnia 466

SEGURITECNIA Julio-Agosto 2019 75 Zona de acceso, que se corresponde con una zona de almacenamiento. Zona intermedia o zona de exclusa, en la que hay que colocarse o despro- veerse de los equipos de protección individual. Zona de preparación o de trabajo en la que estará ubicada la CSB, con la presión negativa comentada con an- terioridad (al contrario que en un qui- rófano, que ha de garantizar una pre- sión positiva para que el agente bioló- gico no esté en esa área crítica y para impedir una infección nosocomial en el paciente; es decir, una infección dis- tinta a la patología por la que ingresa el paciente y que suele estar condicio- nada por el entorno hospitalario). El Departamento de Ingeniería y Man- tenimiento, en aras de desempeñar sus tareas y responsabilidades de forma es- crupulosa, realizará cuantas actuaciones técnicas estén establecidas legal o nor- mativamente para no incurrir, en caso contrario, en las distintas responsabilida- des legales. Para ello considerarán siem- pre los siguientes aspectos: Mantenimiento preventivo com- pleto de la CSB en consonancia con la norma “DIN 12980:2005 Cabinas de Seguridad para el manejo de sustan- cias citotóxicas”, así como con todos aquellos aspectos preventivos que re- coja el manual de uso de dicha cabina, incluido el mantenimiento eléctrico. dental: porque la de Clase II del Tipo A (al contrario que con la Clase II del Tipo B1), recircula un 70 por ciento de aire in- terior frente al 30 por ciento que se ex- pulsa, no garantizando la seguridad en la preparación del químico que se ha de administrar, ni la seguridad y salud del trabajador, ni la del propio paciente on- cológico. En lo que respecta a la Clase 2 del Tipo B1, el 70 por ciento del aire tiene que salir al exterior y la recircu- lación interna permitida es del 30 por ciento, de manera que se aumenta sig- nificativamente la seguridad con el tra- bajo con agentes citostáticos. En cualquier caso, los distintos gesto- res hospitalarios que intervienen en la elección y adquisición de la Cabina de Flujo Laminar han de decantarse por la del Tipo B2, con lo que garantizará la mayor seguridad en relación con su uso, medicación, trabajador y paciente on- cológico. En una CSB, el flujo laminar se garan- tiza de forma vertical para garantizar que no existan aerosoles que puedan disper- sar el químico que se está preparando. Han de tener una muy alta confiabilidad debido a que está en riesgo la vida del paciente y del trabajador que también está expuesto. Ha de garantizarse una presión negativa de la cabina para que ese químico peligroso no salga al exte- rior. Deben de diferenciarse tres zonas con claridad en relación al área de prepa- ración de la medicación citostática: pacientes, van a provocar un aumento significativo del riesgo de sufrir infeccio- nes”. (Maldonado M. S., 2013). Cabina de Seguridad Biológica La importancia de una adecuada elec- ción de una Cabina de Seguridad Bio- lógica (CSB), así como de su manteni- miento para la preparación de medi- cación citostática que se habrá de administrar al paciente oncológico, es- triba en que si no se escoge adecuada- mente pueden sucederse dos cosas de importancia capital para: 1. El paciente oncológico, que tiene su sistema inmune totalmente depri- mido y deteriorado. No está en condi- ciones de afrontar cualquier tipo de in- fección, agravándose su estado si no se garantizan los adecuados niveles de asepsia. Ese paciente puede morir de una infección si esa medicación no se prepara con todas las garantías, dado que la medicación, que se va a admi- nistrar a través de los reservorios, po- dría contener una carga microbiana im- portante. 2. El trabajador que prepara, trans- porta o administra esa medicación ci- tostática o citotóxica; es decir, tóxica para la células. Este profesional puede ver comprometida su seguridad y salud si la Cabina de Flujo Laminar (también conocida como de seguridad biológica) no se elige adecuadamente en aten- ción al fin al que está destinada; es de- cir, a la medicación que se va a preparar. No es lo mismo preparar una nutrición parenteral que una medicación para el tratamiento del cáncer, como es el caso que nos ocupa. Estamos en disposición de afirmar que la Dirección Hospitalaria, con las dis- tintas áreas implicadas, nunca ha de de- cantarse por una Cabina de Flujo La- minar de Clase II A. Muy al contrario, ha de hacerlo por las de Clase II del Tipo B2 debido a que no se recircula aire, ex- pulsa el cien por cien del aire recircu- lante, por lo que es la idónea para el trabajo en los que se manipulen citos- táticos. Es así por una cuestión trascen- Seguridad en centros hospitalarios

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