Seguritecnia 468

SEGURITECNIA Octubre 2019 25 Inteligencia y seguridad mejora dentro de los procedimientos establecidos para la obtención de in- formación. El analista de inteligencia como prota- gonista del proceso: La producción de conocimiento es una característica in- herente al ser humano y, por tanto, sin personas que generen dicho conoci- miento el mismo no podría existir. De igual manera, la producción de inteli- gencia no es otra cosa que producción de conocimiento y, como tal, debe ser producida por personas, en este caso, por analistas. El analista de inteligencia es el encar- gado de analizar la información per- tinente proporcionando al decisor in- formación de alto valor que le ayude a tomar decisiones con la menor incerti- dumbre posible. Partiendo de la base de que el analista perfecto no existe, sí que es necesario establecer ciertas ca- racterísticas que debe reunir una per- sona que va a ocupar dicho puesto. Como primer punto, cabe destacar la importancia que entraña el trabajo que realiza un analista. Debe realizar un tra- bajo riguroso y meticuloso puesto que cualquier equivocación en los informes que realiza puede tener consecuencias muy negativas para la compañía con- tratista de los servicios de inteligencia. Además, el analista debe de ser una persona con afán investigador por de- finición. Esa curiosidad por saber es la que le hará llegar a tener un cono- cimiento sólido de la materia tratada para poder realizar el trabajo con la ca- lidad exigida. Debe ser una persona racional, que sea capaz de ver los temas de forma objetiva (teniendo en cuenta los ses- gos que son inherentes a cualquier ac- tividad de análisis); creativa, de manera que sea capaz de generar una aso- ciación de ideas que posteriormente transforme en conocimiento y dé va- lor a la información; crítica, para poder evaluar la información y tener la capa- cidad de hacerse preguntas para va- lidar o no las conclusiones a las que llega; y analítica, de manera que divida los temas a estudiar en distintas par- tes para comprender en profundidad la materia o problemática que está tra- tando. El analista debe tener también una alta flexibilidad cognitiva que le permita adaptarse con facilidad a con- ceptos y situaciones cambiantes, no- vedosas e inesperadas, o la capacidad mental de pensar en varios concep- tos a la vez y desde puntos de vista dis- tintos. Además, será muy importante que el analista sea capaz de comunicar con rapidez y pertinencia, puesto que son dos características sin las cuales el trabajo de inteligencia no tendrá valor (alto coste de oportunidad). Que tenga alta sensibilidad cultu- ral, sea buen comunicador, proactivo y con altos conocimientos de algún idioma diferente al castellano o el in- glés son otras características que se deben valorar positivamente. Como ya se ha comentado, no existe el analista perfecto. Además, las peti- ciones de inteligencia son tan variadas como las necesidades que les puedan surgir a las empresas, por lo que será imposible que una sola persona sea ca- paz de realizar un trabajo de alta cali- dad en cualquiera que sea el escena- rio. Es por eso que se deben establecer también diferentes tipos de analistas. Así, se han definido tres tipos diferentes, el analista de nivel 1, el analista de nivel 2 y el analista prospectivo. Analista de Nivel 1 (N1): Son ana- listas que validan o discriminan in- formación dándole a los conteni- dos recibidos desde operación una primera valoración y un análisis so- mero. Sirven de enlace entre el ni- vel de operación y los analistas de nivel 2. Analista de Nivel 2 (N2): Son los ana- listas que cuentan con más peso en la unidad. Se encargarán de realizar los análisis que conforman los pro- ductos finales que consume el de- cisor. Recibirán información de ope- El analista de inteligencia proporciona al decisor información de alto valor que le ayude a tomar decisiones con la menor incertidumbre posible

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