Seguritecnia 472

SEGURITECNIA Febrero 2020 91 Así opinan S i, en general, en todo el personal de seguridad la for- mación es un pilar fundamental de la calidad del servicio prestado, la formación inicial de los jefes y directores de Seguridad, como los organizadores de la se- guridad que son, debe tener unos mínimos adaptados al nivel de las responsabilidades que tiene el cargo. Por dicho motivo, en la Asociación de Directores de Se- guridad (ADISPO) tenemos como objetivo prioritario para el presente año que dicha formación mínima se actualice, re- cogiendo, al menos, materias como el Reglamento de Ar- mas (imprescindible para los jefes de Seguridad), la segu- ridad de la información, la continuidad de negocio, la pre- vención penal de las personas jurídicas, la inteligencia o la regulación y planificación de la protección de las infraes- tructuras críticas. Y también otras normativas sectoriales que afectan a la planificación de la seguridad como la vio- lencia en el deporte, la protección física radiológica y otras transferidas a las CCAA como los espectáculos públicos. Temas urgentes La regulación de la seguridad, como toda legislación, se ha visto inevitablemente influida por la actualidad política y ahora nos encontramos con una Ley de Seguridad Privada de 2014 sin desarrollo reglamentario aún y realizada por un gobierno distinto. Pero mientras que la nueva mayoría par- lamentaria y el Ejecutivo se replantean tranquilamente qué hacer, hay algunos temas importantes que ya empiezan a ser urgentes. Los factores que afectan a la seguridad, como los riesgos del mercado, la forma de actuar de los crimina- les o las medidas y la tecnología, cambian a una velocidad cada vez más rápida y los políticos que regulan el sector también tienen que tenerlo en cuenta. Orden ministerial Actualmente, los contenidos mínimos del curso de direc- tor de Seguridad, que también habilita para jefe, están re- gulados por la Orden INT/318/2011. Lo mejor sería reco- gerlo ya en un Reglamento de Seguridad Privada que de- sarrolle la última ley, junto a la actualización de las medidas de seguridad a aplicar a los usuarios obligados y otros mu- chos temas. Pero, por no dilatar, también podría hacerse, y así lo proponemos, que, de momento, de una manera más rápida se modifiquen los contenidos mínimos del curso de director de Seguridad con otra orden ministerial. Conclusión general Contratar a un director de Seguridad, a un profesional sin antecedentes penales y que tiene una formación adecuada para poner con conocimiento medidas que palien los ries- gos, a medio plazo tendrá retorno, dado que las compras siempre las hace mejor alguien que sabe. Y, sobre todo, dis- minuirá el número y efecto de los posibles incidentes. Los empresarios y políticos deben tener en cuenta que hay efectos colaterales de los incidentes provocados por brechas en la seguridad que no tienen cobertura del se- guro, como los efectos de una bajada en Bolsa o la dis- minución drástica de las ventas o de la calificación de la deuda de la empresa por culpa de la afección en la repu- tación corporativa o incluso por las medidas cautelares o sanciones de una posible imputación penal de la persona jurídica. Para abordar con éxito estos grandes retos profesiona- les hace falta una formación mínima de acceso actualizada. Máxime, viendo que actualmente cada vez más alumnos del curso de director (y jefe) de Seguridad carecen, además, de experiencia en el sector y proceden de otros como ser- vicios generales o compras. S La importancia de la formación mínima de los organizadores de la seguridad Vicente Hernández Sánchez Presidente de la Asociación de Directores de Seguridad (ADISPO) Para 2020, en ADISPO tenemos como objetivo prioritario que se actualice la formación mínima de los directores y jefes de Seguridad

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