Seguritecnia 475

SEGURITECNIA Mayo 2020 7 Como siempre, nuestra experiencia está al servicio del sector de la seguridad privada y su interés, es el nuestro En todo caso, corresponde también a los representantes del sector, asocia- ciones, sindicatos y expertos, ejercer una intensa acción de concienciación so- bre la Administración para llevar a su conocimiento las especiales circunstan- cias de la realidad que conocen, al tiempo que estudian soluciones a medida para satisfacer adecuadamente las nuevas demandas. Como siempre decimos, hay dos claves para seguir contando con la segu- ridad privada: primero, el innegable servicio que presta a la sociedad en to- dos los ámbitos para garantizar el disfrute de altas cotas de bienestar, con una acreditada sensación percibida de seguridad. En segundo lugar, la experien- cia demuestra cómo fluctuaciones importantes de la demanda a consecuen- cia de una situación de crisis pueden desmantelar el tejido de proveedores de servicios de seguridad y hacer desaparecer del mercado a profesionales bien formados. El impacto en la calidad de los servicios es inmediato y extraordina- riamente negativo y, lo que es peor, la recuperación de los niveles previos es lenta y no está garantizada. En la crisis económica de 2008 fuimos testigos de cómo se depreció la se- guridad privada, incluso por las administraciones públicas, y asistimos a quie- bras de empresas importantes, superadas por cálculos erróneos de sus benefi- cios en un mercado con precios aceleradamente a la baja. El efecto fue directo sobre los servicios: menor calidad y conflictividad laboral, junto a dificultades para contratar personal convenientemente preparado. Como consecuencia, huelgas en servicios esenciales, mala imagen para España y, en definitiva, me- nos seguridad. En la situación que se avecina, resulta vital de cara a la continuidad del mo- delo español de seguridad privada hacer un esfuerzo de imaginación para adecuar los servicios privados a las nuevas necesidades, actuando en paralelo con la Administración. Esta debe adoptar medidas para que los servicios se presten con las máximas garantías para los ciudadanos, al tiempo que se sos- tiene una actividad que se revela estratégica para el mantenimiento de la se- guridad ciudadana. Cuando se habla de planificar la contingencia de la con- tingencia con la vista puesta en la seguridad del futuro, no puede olvidarse la aportación del sector privado a esos planes. Este esfuerzo corresponde a todos, en un ejercicio de unidad y antepo- niendo el futuro de los servicios privados a los intereses corporativistas de asociaciones o sectores de actividad. Se requiere un proyecto realista para re- considerar las propias posibilidades en relación con la necesidad de las empre- sas y de las administraciones de implantar nuevas medidas y servicios, en un contexto en el que la eficiencia debe primar sobre otras consideraciones. En Seguritecnia queremos contribuir a ese ejercicio brindando todo nuestro apoyo, tanto al sector como a la Administración, poniendo a disposición de to- dos nuestro conocimiento y probada independencia para dar consistencia al proyecto, equilibrando fuerzas desiguales que tiendan a descompensar la cohe- rencia de las propuestas. Desde nuestra editorial y la Fundación Borredá hemos realizado un esfuerzo para analizar y sistematizar las lecciones aprendidas. Y se- guimos aprendiendo, en esta crisis, de forma que nos sirvan de punto de par- tida para ese ejercicio de prospectiva. Como siempre, nuestra experiencia está al servicio del sector de la Seguridad Privada y su interés, es nuestro interés. la Seguridad Privada Carta de la Directora

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