Seguritecnia 490

Seguridad Corporativa que debieran tratarse bajo un único pris- ma y criterio de gestión unificado. No digo que sea preciso reconducir de inmediato todo a un mismo macro- departamento de Seguridad que pudiera ser el objetivo final de este proceso, sino que, de manera ponderada y sin crear disputas competenciales innecesarias, debe evaluarse esa posible reordenación hacia una gestión centralizada. O, al me- nos, que lo que se mantenga delegado se rija por un mismo prisma y criterios de gestión de los riesgos y aplicación de medidas correctoras y preventivas igua- les en toda la compañía, siempre bajo el paraguas de la Dirección de Seguridad Corporativa y del director de Seguridad a su frente. En mi actual tarea profesional de con- sultor de organización estratégica de la seguridad en grandes empresas, cada día me sorprende ver como muchas de ellas, y no precisamente las de menor ta- maño, distan mucho de disfrutar de esa gestión unificada. Sin embargo, si esa gestión se rige bajo un mismo prisma y visión transversal, se favorece la mayor eficiencia y eficacia de los recursos em- pleados en la seguridad, que repercuten sobremanera en la mejora de la ejecu- ción de los procesos operativos que son el core de su actividad empresarial. Refuerzo normativo El resurgir de los directores y departamen- tos de Seguridad debe verse reforzado normativamente por el ordenamiento de seguridad privada, tan dejado en el ol- vido (no hay mas que ver los años que, aunque redactado, lleva sin publicarse el Reglamento de Seguridad Privada). El Ministerio de Interior debe perder el miedo a regular un mayor número de actividades obligadas a tener un depar- tamento de Seguridad, en base a los ries- gos, tamaño de la empresa, etc. Esa extrema “prudencia” no se visuali- za en otros ministerios que sí están impo- niendo figuras relacionadas con diversos aspectos de la seguridad que deben ges- tionarse globalmente, en lugar de hacerlo sectorialmente por parte de administra- ciones diferenciadas, lo cual perjudica a la gestión de riesgos. Esta “dejadez” del Ministerio del Interior está perjudicando a una figura tan impor- tante como la del director de Seguridad, que fue esencial en la génesis del siste- ma de seguridad privada y que tanto ha aportado en todo momento al bienestar de las entidades en las que desarrolla su función, especialmente durante la crisis sanitaria. Afrontemos todos (Administración, empresas y los propios directores de Se- guridad) la importancia y necesidad de esta figura, logrando disponer de ella en muchos más ámbitos que los actualmen- te regulados, dado lo mucho que puede aportar en un modelo de gestión global de la seguridad unificando bajo un solo paraguas toda la seguridad corporativa. No todo debe hacerse obligatoriamen- te en el tejido empresarial, pero es cierto que los riesgos llevan a esa exigencia cuando su cantidad y repercusión en las empresas, clientes-usuarios o la ciudada- nía en general así lo aconsejan. Conclusión En definitiva, la crisis sanitaria ha refor- zado a los directores y directivos de Se- guridad. Las empresas en particular y la sociedad en general han conocido de la importancia de sus funciones y estos han aprovechado el momento para re- forzarse, dejando a un lado la figura del director de Seguridad a la antigua usan- za, ampliando su campo de actividad a la seguridad integral. Uno de los retos pendientes e inmedia- tos del sector es replantear la regulación de la función del director de Seguridad y los departamentos de Seguridad nece- sarios en cada tipología de actividad de riesgo. No obstante, lograr todo esto depen- derá de la prestancia y adaptación al momento actual del colectivo de directo- res de Seguridad y de la Administración competente. / Octubre 2021 19

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