Seguritecnia 499

Catástrofes y Emergencias El sistema ES-Alert es lo último en tec- nología de alertas a la población, pero insistimos siempre en que es un sistema complementario a los tradicionales. Uno de los principios de actuación del Sistema Nacional de Protección Civil es el de universalidad: nos dirigimos a to- dos y cada uno de los integrantes de la sociedad y tenemos que garantizar que nuestra respuesta (también las medidas de autoprotección, las acciones de cul- tura preventiva) llegan a todas las perso- nas, con independencia de su situación y del lugar en el que se encuentren. En esta materia debemos seguir con- tando con los medios de comunicación, que en situaciones de emergencia son fundamentales. Pensemos en la impor- tancia de la radio y de la televisión en si- tuaciones de este tipo. Afortunadamen- te, nuestros medios de comunicación valoran muy positivamente las acciones de protección civil. Aunque el número de víctimas a con- secuencia de las catástrofes naturales en España ha descendido, parece que sucesos como las inundaciones o las olas de calor son bastante frecuentes. ¿Podemos achacar tanto este hipotéti- co incremento como su virulencia úni- camente al cambio climático? El cambio climático es un dato, un he- cho, con el que tenemos que lidiar. Pero nos equivocaríamos si pensáramos que la causa del incremento de la gravedad de algunos hechos catastróficos, y su frecuencia, tiene una única fuente. No podemos dejar de mencionar la forma en la que estamos ocupando el territorio, de cómo urbanizamos. O el creciente abandono del medio rural. O la exclusión de los bosques del ciclo económico. La seguridad, no olvidemos que esta- mos hablando de seguridad, es algo que depende de multitud de factores. El pasado año 2022 fue devastador en lo que a incendios forestales se refie- re, con las peores cifras en cerca de 30 años. ¿Hay evidencias de que se produzca en lo sucesivo una tendencia al alza en cuanto a su número y gra- vedad? Lamentablemente, todos los datos cien- tíficos insisten en que el cambio climáti- co ha venido para quedarse. Es una rea- lidad ineludible. Si queremos mantener e incluso incrementar nuestros niveles de seguridad, tenemos que pensar en las consecuencias del cambio climáti- co como un dato objetivo. Esta es una carrera que no podemos perder. No po- demos arriesgarnos a retroceder en ma- teria de seguridad. Y para ganar esta carrera contamos con instrumentos bien conocidos en los sistemas de protección civil: el análisis de riesgos y las medidas preventivas. En el Plan Horizonte 2035 hemos inclui- do la creación de un Comité Nacional de Prospectiva. Se trata de tener una mirada de largo alcance para detectar nuevos riesgos y nuevas formas de abordarlos. La prevención es la clave, también en protección civil. Invertir en seguridad su- pone invertir, sobre todo, en cómo evitar o minimizar el impacto de las situacio- nes de emergencia. Probablemente, es- tamos acostumbrados a poner el acento en la parte más visible, o en la más vis- tosa, de las situaciones de emergencias. Quizá estemos invirtiendo, o gastando más bien, más en extinción y menos en prevención. Tenemos que convertir ese gasto en inversión. En el Sistema Nacional de Protección Civil conocemos bien la necesidad de trabajar, sobre todo, en prevención. Frente al cambio climático debemos ser particularmente inteligentes; y ser parti- cularmente inteligentes significa, en este caso, reducir las posibilidades de que los bosques se conviertan en una amenaza para la seguridad de las personas. “Quizá estemos gastando más en extinción y menos en prevención. Tenemos que convertir ese gasto en inversión” / Enero-Febrero 2023 59

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