Así será la primera misión de defensa planetaria de la historia

La NASA y la Agencia Espacial Europea han puesto en marcha una ambiciosa misión cuyo objetivo es evaluar el impacto de una sonda en un asteroide y proceder a su desviación. Un hito sin precedentes en la historia de la humanidad que puede cambiar para siempre la concepción de la defensa de nuestro planeta. Está previsto que la operación finalice en 2027, por lo que dentro de unos diez años la Tierra tendrá la capacidad de desviar asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra. Así será la primera misión de defensa planetaria.

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La sonda espacial Hera escanea la pequeña luna Dimorphos.

Por Juanjo S. Arenas. Fotos: Agencia Espacial Europea

Terrorismo, catástrofes naturales, ciberdelincuencia, pandemias… La humanidad se enfrenta a múltiples amenazas de gran calado; pero entre ellas no se tiene en cuenta una que puede incluso causar la devastación total de nuestro planeta: el impacto de asteroides. No en vano, en multitud de ocasiones los medios de comunicación informan sobre el tránsito de un meteorito por las inmediaciones de la Tierra. Y todavía más común es la colisión de pequeños cuerpos celestes en la Tierra, aunque no representen una amenaza para la actividad humana.

A pesar de que la probabilidad de que un asteoride como el que extinguió a los dinosaurios colisione con la superficie terrestre parece remota, no se puede descartar. “Es seguro que el próximo impacto va a llegar, pero la pregunta es cuándo”, asegura a Seguritecnia el científico planetario Michael Küppers.

Por todo ello, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) ha emprendido una ambiciosa misión de defensa planetaria junto con la NASA denominada “Evaluación del impacto y desvío de un asteroide”, conocida también como Aida. Este proyecto internacional de defensa planetaria consistirá en el lanzamiento de dos sondas espaciales: Dart (cuyas siglas en inglés significan prueba de redireccionamiento de doble asteroide, y que se llevará a cabo por la NASA) y Hera (que debe su nombre a la diosa griega del matrimonio, y que se desarrollará a través de la ESA).

Según el científico planetario Michael Küppers, “es seguro que el próximo impacto va a llegar, pero la pregunta es cuándo”

La operación tendrá como objetivo un sistema binario (es decir, formado por dos asteroides) llamado Didymos, que tiene un cuerpo principal de 780 metros de diámetro y una luna de 160. Esta última luna, objetivo de la sonda especial Hera, se ha bautizado como Dimorphos.

La operación espacial conjunta comenzará con el envío de la sonda Dart por parte de la NASA al cuerpo principal del sistema de asteroides en 2022. Será cuando su choque modifique la duración de la órbita de la pequeña luna. Aunque los científicos se enfrentarán a un problema: la colisión podría generar una nube de polvo, por lo que, a priori, no se conocerá con exactitud la masa de la luna Dimorphos y la superficie del cráter que producirá su llegada en el cuerpo principal del sistema.

Labor de Hera

Es aquí donde entran en la misión la ESA y la sonda espacial Hera. Su lanzamiento está previsto para octubre de 2024 y su llegada al sistema de asteroides se espera a principios de 2027. No obstante, antes la misión deberá atravesar diferentes fases. Tras su lanzamiento, y antes de llegar al punto de destino, volará en torno a otro asteroide pendiente de elegir. Posteriormente, Hera entrará en contacto en enero de 2027 con el sistema objetivo de la misión, Didymos. Y meses después realizará una caracterización detallada de los asteroides a una distancia de unos 10 kilómetros. Entre abril y julio del mismo año será cuando se produzca una exploración cercana, de entre uno y cuatro kilómetros.

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La sonda Hera escanea la luna Dimorphos.

El objetivo general de la sonda espacial europea Hera será investigar los dos asteroides y el resultado de la colisión. Por tanto, su labor se centrará en determinar la masa de la pequeña luna para conocer el grado de colisión de la sonda estadounidense Dart, lanzada con anterioridad. Investigará, asimismo, tanto la superficie como el interior de ambos cuerpos y la formación de los sistemas binarios, los cuales constituyen el 15 por ciento de los asteroides conocidos.

Por otro lado, la sonda espacial Hera desplegará por primera vez en la historia dos CubeSats europeos (concretamente entre febrero y marzo de 2027), que son unos pequeños satélites construidos a partir de cubos de 10 centímetros. Su misión será estudiar el asteroide de cerca. Se trata de una novedosa tecnología cuya navegación se producirá de forma autónoma alrededor del asteroide y que aterrizará junto con Hera en el cuerpo principal o en la pequeña luna, Dimorphos, entre agosto y septiembre de 2027.

Hera recopilará, en definitiva, información crucial para ayudar a los científicos a comprender mejor las composiciones y estructuras de los asteroides. “Ambas sondas espaciales, Dart y Hera, brindarán de forma conjunta una inspiración a las generaciones venideras para que la humanidad, unida, pueda protegerse de las amenazas externas”, afirman desde la ESA.

Para esta agencia, “las dos misiones son valiosas individualmente. Pero, al volar en conjunto, su rendimiento científico y tecnológico aumenta significativamente. Contribuirán a lanzar un mensaje positivo de que la cooperación internacional es clave para lograr una correcta defensa planetaria”.

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