Jesús Alcantarilla, director de Seguridad de la Abadía de Montserrat.
Jesús Alcantarilla Director de Seguridad Abadía de Montserrat

Enfoque: seguridad compartida, pública-privada, en la Abadía de Montserrat

Agentes de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.

Agentes de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.

Agentes de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.
Agentes de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.
Centro de control de seguridad de la Abadía de Montserrat.
Centro de control de seguridad de la Abadía de Montserrat.
Conversación entre los responsables de los Mossos, el director de seguridad y el ecónomo de la Abadía de Monserrat.
Conversación entre los responsables de los Mossos, el director de seguridad y el ecónomo de la Abadía de Monserrat.
Entrada a la comisaría de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.
Entrada a la comisaría de los Mossos d´Esquadra en la Abadía de Montserrat.
Reunión de Seguridad en la Abadía de Montserrat.
Reunión de Seguridad en la Abadía de Montserrat.
Vista de la Abadía de Montserrat.
Vista de la Abadía de Montserrat.
Mossos y seguridad privada en la Abadía de Montserrat
La comisaria Cristina Manresa (i) y Jesús Alcantarilla con un responsable de los Mossos d´Esquadra (d).

Tres hitos conforman la hoja de ruta de la seguridad en la Abadía de Monserrat: la creación del Departamento de Seguridad (en 2007), la formalización del Sistema de Montserrat (2008) y el convenio de colaboración permanente con los Mossos d’Esquadra (2014), es decir, la seguridad pública.

Con este último, iniciamos un modelo de colaboración que hemos llamado seguridad compartida entre los dos agentes involucrados: la seguridad pública (Mossos d’Esquadra) y la seguridad privada (Departamento de Seguridad de la Abadía de Montserrat). Desde el primer instante nos marcamos un objetivo común: trabajar en los conceptos de prevención, protección y salvaguarda de los visitantes, bienes e instalaciones, con un enfoque que no ha hecho más que generar sinergias positivas, como potenciar el trabajo de proximidad y cercanía con los visitantes para ayudarlos con los recursos más adecuados.

El binomio actitud-mentalidad es el eje básico de ese marco de colaboración, y se erige como una constante irrenunciable para proteger a las personas, los bienes y las instalaciones.

El modelo de seguridad compartida está diseñado para dar respuestas a las necesidades y demandas que generan los cuatro ejes esenciales en la Abadía de Montserrat: espiritualidad, acogida, cultura y naturaleza.

A lo largo de mi trayectoria profesional, en el sector público primero y posteriormente en el privado, he entendido que un departamento de seguridad –con independencia de su titularidad– debe ser un ejemplo patente de transversalidad organizativa. En cualquier caso, la adecuada proyección de la imagen y la marca reputacional de la institución es un factor fundamental para el desarrollo de nuestra labor y para alcanzar la comprensión de nuestras funciones por parte de todas las personas involucradas: comunidad, profesionales, peregrinos y visitantes. En el contexto social actual, tan complejo y sensible al mismo tiempo, debemos trabajar para que la seguridad sea entendida como un valor transversal y que sus profesionales sean percibidos por su labor, en aras del bienestar de las personas y la calidad de su experiencia en Montserrat.

El modelo de seguridad en red permite vertebrar la colaboración de todos los agentes implicados con objetivos comunes

Tenemos la oportunidad de trabajar en un lugar que en el año 2025 celebrará el milenario de su historia. Como profesionales, tenemos la suerte de poder reotralimentar cotidianamente con personas que en todo momento te guían y ayudan, en el silencio, en la palabra, en la generosidad, etc.

La regla benedictina, que Benito de Nursia escribió a principios del siglo VI, es un excelente código para establecer un programa de seguridad, especialmente en un entorno como Montserrat.

La grandeza de la regla está en ver lo material a la luz de lo espiritual. Este es el enfoque que se adopta en Montserrat en cada uno de sus programas y, especialmente, en el de seguridad.

Si tuviésemos que definir brevemente Montserrat desde una perspectiva de seguridad integral, deberíamos hacer hincapié en un concepto: la complejidad. Complejidad por:

  • El valor religioso y simbólico de la Basílica y de la Mare de Déu de Montserrat.
  • La orográfica del recinto y la gestión de sus accesos.
  • El patrimonio cultural, gran parte del cual es visitable en el Museu de Montserrat, sin olvidar que una parte considerable se halla en el interior de las instalaciones de la abadía y otra también considerable está ubicada al aire libre en los diferentes espacios del recinto.
  • La potencia y el atractivo del entorno natural.
  • El flujo de visitantes anuales.
  • La criticidad implícita en un mundo globalizado.

La parálisis sistémica global, generada por la pandemia, nos ha impelido a iniciar un proceso de reflexión que debe interpelar a cada uno de los integrantes del Sistema de Montserrat: seguridad compartida (Mossos-Departamento de Seguridad), Patronat de la Muntanyat de Montserrat, Mossos d’Esquadra, policías locales, Bomberos, Aeri, FGC, Protección Civil, SEM, Cruz Roja, Enfermería Montserrat y empresa de seguridad (Prosegur).

Red interprofesional

Desde un inicio, trabajamos para que la idea de red interprofesional –pública-privada– sea el patrón base del desarrollo de nuestra acción. Estamos convencidos de que al articularnos en red potenciamos nuestros recursos, tangibles e intangibles, minimizamos nuestras carencias en términos de recursos tangibles, favorecemos el desarrollo de un know-how específico y especializado en un entorno como Montserrat y consolidamos un equipo de profesionales enfocados en el bien común.

El modelo colaborativo de seguridad en red es una oportunidad que permite:

  • Vertebrar la colaboración de todos los agentes implicados con objetivos comunes.
  • Establecer un modelo de comunicación transversal.
  • Diseñar un modelo de formación que integre y consolide el concepto de seguridad compartida.
  • Implementar un programa de comunicación en el que el tratamiento y la codificación de la información sea un elemento de cohesión de equipos y de eficiencia en las actuaciones.
  • Optimizar los recursos necesarios para favorecer una actuación conjunta.
  • Trasladar a los medios y a la sociedad nuestra posición como grupo vertebrador de experiencia, voluntades y compromiso social.
    Cabe destacar, no obstante, que el modelo en red, en cualquier ámbito, plantea dos retos funcionales a los que estamos dando respuesta con voluntad clara de cooperación:
  • Transparencia, tanto en los procesos como en la formación e información generada desde las distintas organizaciones.
  • Accesibilidad, respetando el espacio normativo, a datos y propuestas.

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